Hoy, te quiero contar mi historia con respecto al tarot y hablar de esta maravillosa herramienta que he comenzado a utilizar desde muy temprana edad. Todo lo que diré es de acuerdo a mi opinión y experiencia, con lo cual no quiero decir que si otra persona lo vive diferente sea menos o más verdadero.
¿Tarot es adivinación? No, lo siento así...
Desde que tengo memoria el mundo de la autoayuda, el místico y todo lo extra sensorial es fascinante para mí. Por eso, cuando podía me compraba libros relacionados; algunos de los primeros que tuve fueron muchas vidas muchos sabios de Bryan Weiss, Sai Baba, Louise Hay, hechizos y rituales y el tarot de Marsella libro y barajas.
Bien, un día ya viviendo sola con mis dos hijos pequeños de 3 y 4 años hice una reunión en casa con 3 amigas que también estaban en una situación similar. Una vez dormidos los niños, una de ellas me preguntó por las cartas del tarot y le dije, no sé ni dónde están, la verdad es que nunca las saco y no he aprendido a tirarlo.
Jugando a tirar el tarot
Bueno, fue decirlo y ninguna se quedó atrás para insistir que le hiciera una tirada a cada una aunque fuera con el libro al lado, para ir leyendo los significados de las cartas.
Éramos muy jóvenes, teníamos todas la misma edad tan sólo 20 años y la realidad es que al principio fue todo como un juego que no resultó muy gracioso, porque las tiradas no auguraban nada positivo y las lecturas daban miedo. Así es que una vez terminada quedamos con mal sabor de boca.
Peor fue mi reacción cuando a medida que iba pasando el tiempo, las nefastas previsiones se fueron cumpliendo. Ese tarot con mis respetos a quién lo diseñó, no me agradaba demasiado por esos fatídicos dibujos como por ejemplo, el esqueleto.
Al ver cómo todo se cumplía decidí no volver a tocarlo, a tal punto que un día hice una hoguera en el jardín y quemé todos los libros de hechizos, ocultismo, las cartas, etc. Y me prometí no involucrarme más en el tema.
Pero, la vida me llevó al encuentro nuevamente cuando encontré mi querido centro Osho en Neuquén en Argentina, en donde viví durante 6 años.
Allí no sólo me formé como terapeuta Reiki, aprendí las meditaciones activas que hoy guío además de diseñar las mías, sino que mi maestro Tabish me dijo Jivan como me llamaban (por mi nombre de sannyasin en sánscrito, escogido en India), tienes que aprender a tirar el tarot, tienes ese don de ver más allá de lo aparente y será un medio para obtener información.
Le conté mi experiencia y me dijo, nada tiene que ver lo que te ocurrió, además el Tarot Osho Zen, solo habla de la consciencia del momento presente. Puedes preguntar para el futuro pero no se utiliza para esto porque en la filosofía Zen, solo existe el aquí y el ahora.
Luego, cada tarotista es diferente. Cuando me preguntan siempre digo lo mismo, no adivinaré nada, simplemente tú con tu energía escogerás una carta que por vibración, representará justo lo que estás viviendo en este momento o lo que no puedes ver o darte cuenta de que te está sucediendo.
Y así es, en cada meditación que guío, por lo general al final saco el tarot y cada quien escoge una carta que luego interpreto. La gente queda asombrada, siempre me dicen que la carta refleja justo lo que está transitando.
No tengo dudas de que así funciona. Diferente es cuando además de esto, la persona que tira las cartas tiene la posibilidad de canalizar información por este medio.
Hay quienes lo hacen a través de las runas, otros con una bola de cristal o vaso con agua, hay quién lee la borra del café, en fin cada maestrito con su librito. Son medios, sólo eso. Mi forma, en la que se manifiesta la información que me preguntan es a través de este tarot, o de otros trabajos como lectura del mandala personal o del corazón.
Son prácticas inusuales, pero por ejemplo la lectura del mandala personal es algo que enseño en el primer nivel de Reiki y un servicio que ofrezco, a quién quiera saber en qué momento de su vida se encuentra.
Con mi maestro Tabish, aprendí una a una el significado de las 52 cartas.
La baraja del Osho Zen tarot que utilizo me la regaló mi mamá hace unos 14 años y desde ese momento, cada vez se ha hecho más intensa la relación con las cartas, porque cuando te das cuenta que una misma carta sale a distintas personas, pero que hay una información diferente que te baja en cada caso y que al ofrecerla el feedback que te devuelven es positivo, es cuando surge la palabra respeto y confianza.
No se puede sugestionar a las personas, ni prometer o aconsejar a través de esta poderosa herramienta, ya que de alguna forma para bien o para mal estaremos condenándola. Desde mi parecer, se informa para responder a la pregunta del consultante, pero luego éste tiene que saber que tiene el poder de crear la vida que desea y de cambiar todo aquello que quiera.
Es así, sólo nosotros podemos. Nada ni nadie externo tiene el poder para hacerlo, a menos que tú se lo des.
¿Alguna vez te han tirado las cartas? ¿Cuál era el tarot? ¿Cómo fue tu experiencia? Si te ha gustado el post ¡te doy las gracias por compartirlo!
Post by Verónica Alva