Revista Coaching

¿cómo funciona el trabajo en equipo dentro de vuestras organizaciones?

Por Juanmartinezsalinas76

¿Quién no ha oído frases cPaisaje 2013omo “las personas son el talento más valioso de las empresas” o que “el trabajo en equipo y colaboración global es clave para la supervivencia y avance de esas organizaciones”?

Son frases grandilocuentes, que todo el mundo quiere creer, pero… ¿cuán reales son? Hoy quiero hablar sobre el trabajo en equipo en las empresas que estoy convencido que dejará claro que estas frases que dicen los altos cargos, suelen ser un mensaje que no se ajusta a la realidad.

Personalmente, soy partidario del trabajo en equipo en las empresas, donde todos se ayuden e interactúen en el nuevo mercado laboral actual, algo que es vital y diferenciador.

Pero, ¿cuán cerca esta esto de la realidad? Creo que muchas veces, son los propios dirigentes de las empresas, los jefes de cada departamento y las personas que tienen personas a su cargo, los que no fomentan el trabajo en equipo. Esto hace mucho daño. Supongo que lo hacen porque les permite tapar sus carencias y permitirles seguir en el poder con esa falta de unión corporativa departamental e interdepartamental. Los responsables, en muchas ocasiones, omiten, transforman o manipulan la información real a sus equipos en función del resultado que quieran obtener. Los sistemas de comunicación en las organizaciones no funcionan porque sean malos por si solos, sino porque las personas encargadas de hacer que la información fluya le ponen trabas.

Trabajar en equipo supone estar dispuestos a colaborar, ayudar a los demás, interactuar y participar en lo se pueda precisar y que beneficie a la organización. Sin embargo, ¿en cuántas empresas ocurre esto? Es una respuesta con múltiples opciones en función de nuestras experiencias profesionales.

Normalmente en muchas empresas parece que cada departamento o área profesional, sea una organización o PYME, tienen intereses y objetivos diferentes. Es decir, cada departamento mira por si mismo y no por el bien de la empresa… Incluso parece que el objetivo de cada área sea hacer la puñeta al resto y no facilitar las cosas hasta el final, cuando en muchas ocasiones ya es tarde. Esto genera perjuicio a nuestros clientes finales y repercuta negativamente en la empresa y directamente en los que formamos parte de esa empresa. Tener a los clientes descontentos puede generar que se tengan menos pedidos y esto traiga en consonancia la necesidad de recortar personal.

Afortunadamente, en una empresa nos encontramos con personas de todo tipo. Además, la situación económica actual no da segundas oportunidades a las empresas, por lo que se espera el mejor de los servicios de todas ellas. Es por ello, que independientemente de que alguien nos caiga mejor o peor, debemos ser profesionales y colaborar con ellos cuando sea preciso. Esto lo tenemos que hacer por el bien de la compañía en la que trabajamos para que las cosas sigan marchando bien. Aunque a veces nos encontramos con odios internos irrecuperables y es más si se pueden se hacen la vida imposible. Las cosas deben hablarse y saberse separar lo personal de lo profesional.

En las empresas se debe fomentar desde la cúpula la colaboración y trabajo en equipo entre las diversas áreas, haciendo necesario ver la importancia de ayudarse unos a otros por el bien común. Los líderes deben mostrar tolerancia cero a la falta de compañerismo, prestación de ayuda y actitudes egoístas en el ámbito corporativo. Si esta fuese la norma, se evitarían muchas licencias de determinadas áreas o personas que son consentidas por los jefes. No podemos pretender que un departamento ayude a otro, cuando al producirse la situación contraria se le ha negado la ayuda. La colaboración debe ser recíproca. Muchos solo piensan en encasquetar trabajo a los recién llegados y así poder vivir mejor. Este tipo de acciones deben evitarse porque la delegación de tareas debe venir decidida por los responsables y justificada de forma objetiva.

A veces, estar cargado de trabajo es algo que gusta informar a todo el mundo, repitiéndolo constantemente y gritando por todas las esquinas “cuanto trabajo tengo” “No llego” “Necesito ayuda”… Siempre digo que todo aquel que tiene tiempo para informar de su carga de trabajo, está malgastando su tiempo, con una clara pérdida de tiempo en una actividad que no reporta nada a la empresa. La realidad a veces supera a la ficción.

El trabajo se ve por la productividad conseguida por cada persona y esto tiene que venir con objetivos marcados individualmente dentro de cada equipo. No olvidemos que si no se mide, no tendremos puntos que mejorar.

Las personas debemos ser conscientes que todos trabajamos por el mismo fin que es hacer que la empresa consiga los mejores resultados posibles, algo que nos beneficiara a todos.

Tampoco podemos olvidar que, a veces, determinado resultado tiene múltiples interpretaciones en función  de qué persona de la organización las intérprete. Si algo sale defectuoso, el cliente no tiene la culpa y lo que tenemos que intentar es darle una solución lo antes posible. Las compañías se ven ante situaciones complicadas. Sin embargo, en muchas empresas, cuando algo falla, en vez de buscar una solución tras analizar lo ocurrido, suele echarse la culpa de unos departamentos a otros sin prestar atención a lo importante que es el cliente.

Otra faceta que me encanta del trabajo en equipo es enseñar lo que hacemos a los demás. He escuchado más de lo que me gustaría estas frases: “A mí no me pagan por enseñar a los demás” “Si le han dado ese puesto, ya tiene que saber” “Yo cuando empecé en esta compañía, me tuve que buscar la vida”. Está claro que una persona no puede saber de todo, aunque también que todos, con interés, podemos aprender cualquier cosa. Sin embargo, desde las empresas se debe fomentar la formación interna en equipo donde unos nos enseñemos a otros lo que sabemos. Esto repercute en el beneficio corporativo. No podemos negar que existe mucho miedo a enseñar lo que hacemos a los demás por dejar entrever que somos prescindibles. Lo que debemos asumir antes o después que nadie es imprescindible. Ciertas funciones son más necesarias que otras y que cada persona tenemos una forma de acometerlas. Las empresas seguirán sobreviviendo aunque nos vayamos.

Hablar es muy fácil y que este tipo de afirmaciones pueden generarme muchas opiniones encontradas. Sin embargo, no podemos negar la realidad existente. Trabajar en equipo no es fácil pero no es imposible. Todos debemos tener claro que nos vamos a equivocar y que otras personas de nuestra organización nos pueden enseñar otras formas de hacer las cosas y viceversa. No podemos pretender siempre tener razón. La cuestión es encontrar la mejor forma de hacer las cosas con independencia de quien parta la idea.

¿Cómo funciona el trabajo en equipo dentro de vuestras organizaciones? ¿Qué tipo de experiencia positivas y negativas tenéis con el trabajo en equipo? ¿Cómo se puede fomentar el trabajo en equipo dentro de las empresas?


Volver a la Portada de Logo Paperblog