¿Cómo funcionaba el Telesketch?

Para muchos de nosotros se trataba de auténticos Photoshops. Si a un niño de hoy en día se lo regalas, te lo tira por la cabeza al instante. Podíamos hacer trazos verticales y horizontales. Lo preocupante es que eso nos parecía espectacular. ¡Qué inocentes éramos! Cuando querías hacer una diagonal la cosa se complicaba porque debías girar las dos manecillas a la vez. Nunca salía una línea perfecta. Otros enfermos como yo nos poníamos a pintar toda la pantalla entera porque así se podía ver lo que había dentro del aparato.

El Telesketch, o Etch-A-Skecth en su versión original, se creó en 1960. Su funcionamiento era muy sencillo. La punta que dibujaba el trazo se movía gracias a dos guías, una vertical y otra horizontal. Lo hacía de la misma forma que un punto de mira de un visor telescópico de escopeta. Cada eje lo movía una de las dos manecillas que girábamos con nuestras manos. Por eso los trazos perfectos eran los verticales y horizontales. En los diagonales se tenía que mover a la vez los dos ejes, por eso siempre salían mal.

¿Cuál es el secreto del Telesketch? El polvo de aluminio. Dentro del juguete había una buena cantidad de él que impregnaba todo el mecanismo. Si alguna vez has visto virutas de aluminio en alguna obra en casa habrás observado que se pega en todas las superficies. El polvo aun lo hace mejor. Cuando la punta del lápiz tocaba la pantalla por la parte interior, limpiaba esa parte de aluminio. Si dibujábamos toda la pantalla, la limpiábamos entera y por eso veíamos todo su interior. 

Cuando borrábamos lo dibujado, se giraba el Telesketch e impregnábamos de nuevo toda la pantalla con el polvo de aluminio. Así de sencillo era su funcionamiento.

El Telesketch ya ha pasado de moda y se ha sustituido por otros más modernos y más ecológicos. Madre mía, no quiero imaginarme qué podía ocurrir si un niño desmontaba el aparato y se tiraba por encima todo el polvo de aluminio. Bueno, antes los niños aguantábamos más que los de ahora, así que seguro no pasaría nada. 

Por cierto, la foto que hemos puesto como principal en este post tiene un fallo. ¿Sabes cuál es?