En los años que venimos participando en distintos procesos de Sucesión hemos descubierto que una de las claves para la continuidad de la Empresa Familiar es la formación desde muy temprana edad de las generaciones más jóvenes. En muchos artículos hemos comentado la importancia de generar un lazo, un cariño, un arraigo hacia la empresa de la familia, y este proceso empieza desde que los niños son muy pequeños.
El desarrollo de una actitud positiva, se logra resaltando en nuestras conversaciones, con los miembros más jóvenes, lo retador, interesante y apasionante que puede resultar el trabajo dentro de la Empresa Familiar. Sin embargo en diversas ocasiones hemos visto casos donde los futuros herederos no desean ingresar al negocio de la familia, ya sea por falta de interés en el rubro del negocio o por resistencia a convivir en el trabajo con miembros de su familia. En este último caso se debe a conflictos en el hogar generados por la interacción con la empresa, al estilo de dirección del fundador o líder, falta de reconocimiento, entre otros.
Así hemos visto varias empresas sin capacidad de poder pasar la posta a la siguiente generación, simplemente porque no hay nadie en ésta que quiera tomar el encargo.
Por ello hay que tener en cuenta que la actitud positiva hacia cualquier aspecto de la vida se forma desde la niñez; buscar el lado positivo de las cosas dependerá de lo que se ha vivido y experimentado en casa, por ello los fundadores deben tener especial cuidado e intentar hacer énfasis en el gusto que tienen por trabajar en la Empresa Familiar, lo cual no significa que todo será perfecto, de hecho las dificultades son parte del día día, pero debemos intentar generar un sentido de responsabilidad auténtica, es decir, "me esfuerzo porque deseo llegar a la meta propuesta, lo cual traerá beneficios no sólo para mí, sino para muchas personas en la Empresa y en la Familia".
Dentro de la formación a los más jóvenes es importante hacerlos participar desde edad temprana en algunas tareas de la organización, de acuerdo a la edad y a los conocimientos que tengan, está demostrado que este tipo de actividades consigue que perciban a la empresa desde una perspectiva más positiva, además genera empatía dentro de la familia, y sobretodo apego. El rol de los fundadores siempre será clave, contar sus experiencias, anécdotas, vivencias y hasta errores cometidos en los inicios a los más jóvenes construirá un lazo que se convertirá en un cimiento sólido para la Familia Empresaria.
Finalmente siempre será positivo escuchar: para ser un buen maestro hay que aprender a escuchar y entender lo que la otra persona quiere decirme, es importarte tomar en cuenta las ideas de los más jóvenes, hacerles saber que su aporte es valioso, y ello se consigue haciendo que participen de algunas reuniones con cierto formatos donde puedan escuchar y ser escuchados sin aburrirse, o sin sentir que su presencia es por obligación.
La educación, la formación y las enseñanzas tiene en todos los ámbitos de la vida un rol protagónico, y en la Empresa familiar su impacto puede significar la continuidad de la misma.
Fuente http://blogs.gestion.pe/empresayfamilia/2016/07/como-generar-una-actitud-positiva-en-la-siguiente-generacion.html