En este artículo quiero hacer una introducción a la gestión de capital, una de las aspectos más importantes de la inversión en bolsa, y la que más influye para evitar las pérdidas.
Para estar tranquilo, vaya, algo que es necesario en los convulsos mercados bursátiles.
Saber como gestionar tu capital no te va a hacer ganar dinero: necesitas un sistema que sea rentable, que obtenga beneficio. Pero si lo tienes, el control del capital y del riesgo puede hacer que maximices tus beneficios y disminuyas las pérdidas.
Sin entrar en demasiados tecnicismos, hay tres maneras básicas de invertir dinero de modo sistemático:
1- Invirtiendo una cantidad constante
2- Invirtiendo con un riesgo constante
3-Invirtiendo con un riesgo variable
Primer supuesto: inversión de una cantidad constante.
En el caso de que siempre inviertas la misma cantidad, la generación de resultados va a tener un crecimiento artimético. Un crecimiento relativamente lento, ya que no se reinvierten los beneficios.
Supongamos que inviertes en bolsa siempre 10.000€, y en 100 operaciones has obtenido estos resultados:
El sistema funciona, y al cabo de 100 operaciones ganas casi un 20%. Pero la no reinversión de beneficios va a hacer que la curva del capital crezca de una manera relativamente lenta.
Y cuanto más capital vayas acumulando, lógicamente menor porcentaje del capital invertirás, y menor crecimiento de beneficios tendrás.
Pero por contra, el riesgo va disminuyendo, y cuando llegan las rachas de pérdidas, las caídas son también mas suaves.
No es el mejor modo de invertir, es demasiado simple.
Segundo supuesto: inversión con un riesgo constante.
En este caso, suponemos que reinviertes beneficios.
Los resultados compuestos suponen una gran diferencia de rentabilidad.
Aunque en el gráfico la diferencia tras 100 operaciones es sólo de un 10%, en plazos más largos la diferencia aumenta, llegando a ser muy grande.
Ya lo dijo Einstein “El interés compuesto es la fuerza más poderosa de la galaxia“
La curva de resultados en este caso va a tener picos y valles más profundos, pero si el sistema es rentable, será mucho más rentable.
Conoce tu riesgo
Pero además aumentar el beneficio final, la ventaja de este sistema es que tienes presente en todo momento el riesgo que asumes.
Y la gestión de la variable riesgo, es lo que te permitirá modular tus inversiones y evitar las pérdidas importantes.
A la larga, evitar las pérdidas importantes es clave para ganar dinero en bolsa.
Bien, ¿y cual debe ser tu riesgo?
El riesgo constante que debemos asumir por operación es algo que depende de tres factores:
- Tu aversión natural al riesgo
- Tu frecuencia de compra-ventas en bolsa
- El momento bursátil
Respecto a la aversión al riesgo, hay quien está cómodo viendo una caída del 5% de su capital en una operación, y hay quien está nervioso si pierde más del 0,5% de su capital.
En general, se suele decir que no hay que superar el 2% de pérdida máxima por operación, aproximadamente.
Pero la frecuencia de operaciones también influye, lógicamente: un estilo de inversión con 10 operaciones al mes es muy distinta a una con 2, u otra con 50.
Y por supuesto, el momento de la bolsa en general. Si la volatilidad es baja, que suele ocurrir en momentos alcistas, llegar a un 3 o un 4% de perdida de capital por operación podría estar bien. Si la bolsa esta bajista, y/o muy volátil, conviene bajar el riesgo al 1% o 0,5%.
Supongamos que elijes tener un riesgo del 2% por compra venta.
Recuerda que hablamos de perder un máximo del 2% del total de nuestro capital, no de la cantidad comprada.
La fórmula que guía la inversión es:
Si elijes un riesgo del 2% y tu stop de pérdidas está al 10%: deberás invertir 2/10 partes de capital en la operación, es decir un 20% de tu capital total.
¿Y si no utilizas stop?
El stop es recomendable siempre en inversiones sistemáticas. Pero si inviertes a largo plazo, con un “stop mental”, que te haga vender en función de cruces de medias, o de aspectos fundamentales de la bolsa (lo cual insisto es poco recomendable), pues en vez de stop usaremos otra cifra:
Tu peor pérdida del último año.
Es decir, si no tienes stops claros, necesitarás un histórico de tus resultados para saber cuanto arriesgar.
Si el último año en una ocasión una operación te cayo un 20% hasta que vendiste.. pues ese es tu stop, la cifra que usarás en el denominador.
Por tanto, en ese caso invertirás 2/20, un 10% de tu capital.
Este sencillo calculo te permite controlar tus inversiones y asumiendo un riesgo conocido, y estable. Pase lo que pase en la bolsa.
Tercer supuesto: inversión con un riesgo variable
Este es el modo más flexible de invertir, y el más rentable, pero se puede complicar bastante.
La idea es que la cifra del riesgo varíe: a veces aumenta y a veces disminuye, lo que influirá en el porcentaje de capital que inviertes en cada operación.
Lo más sencillo es variar el riesgo en función de la volatilidad de la bolsa, como comentaba antes.
Estableces tu máximo riesgo en el 4 o 5%, por ejemplo, y el mínimo en el 0,5%.
Sólo llegarás a operar con un 5% de riesgo en momentos muy tranquilos y alcistas, y bajarás al 0,5% en momentos difíciles.
Sin embargo, la mejor manera de variar el riesgo es en función de tus propios resultados, no de la bolsa en general.
A esto se le suele llamar la F optima, la fracción optima de inversión para maximizar el beneficio.
Este tema lo dejaré para otra ocasión, ya que puede complicarse bastante.
Pero la idea es la misma.
La curva de resultados utilizando un riesgo variable va a ser distinta:
Al comienzo de las rachas fuertes de pérdidas, las caídas van a ser importantes; pero enseguida se frenan al disminuir el riesgo.
En cambio, en las rachas fuertes de beneficio, se aumenta el riesgo (y por tanto la inversión) y el beneficio sube con más fuerza.
De este modo, adaptas tu estilo de inversión para optimizar siempre el momento, controlando además en todo momento el riesgo.
Esta es la manera más sofisticada de invertir; pero tiene sentido sobre todo si tu porcentaje de aciertos es alto.
Si aciertas por encima del 60% de las veces que inviertes, el riesgo variable te va a ayudar, porque tendrás rachas largas de beneficio.
Si tu método de inversión tiene un porcentaje de aciertos bajo, el riesgo variable no te va a aportar demasiado.
En ese caso no te merecerá la pena el trabajo del seguimiento de resultados y modificación del riesgo, porque que tus rachas que maximicen el beneficio van a ser cortas.
En cualquier caso, es importante que sigas tus resultados y conozcas el riesgo que asumes. En los momentos de pérdidas, conocer cuanto arriesgas cada vez es la diferencia entre vivir tranquilo o estar en un sinvivir.
Asi que te recomiendo que uses el “money management” si no lo haces ya..
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