En el anterior artículo les presentábamos las nuevas cajas para guardar las gorras (Cómo guardar nuestras gorras hasta la próxima temporada), y hoy queremos enseñarles cómo preparar las gorras para guardarlas en las mejores condiciones sin que se nos estropeen.
Pero antes de nada debemos aclarar algún aspecto. Los métodos que les propondremos y su resultado dependerá en gran medida del material con el que estén confeccionadas las gorras, ya que no todos los materiales responden de igual manera al paso del tiempo. Es habitual que una gorra, si tenemos un mínimo cuidado, nos dure más de una temporada, aunque su vida siempre será mucho más corta que la del Sombrero.
Las gorras son prendas que están en contacto directo con nuestra piel, por lo que grasa, sudor, etc. les afectará de una forma directa en el tejido, aún teniendo un forro interior que las proteja.
Si en artículos anteriores les mostrábamos la forma de limpiar un sombrero con un suave cepillado, en el caso de las gorras esta limpieza será mucho más complicada. Si hablamos de modelos de invierno, estarán confeccionadas principalmente con lanas, lo que hace que su limpieza sea muy complicada.
Lo primero que debemos comprobar es su aspecto exterior, si su color está bajado o sucio quizás debemos plantearnos cambiarla por un nueva, pero si se trata de un modelo de verano quizá se pueda lavar en frio como una prenda delicada.
En las etiquetas interiores encontrarán las recomendaciones del fabricante donde nos indicarán esta posibilidad.
El siguiente paso a revisar es la cinta interior, que por ser la que está en contacto permanente con nuestra cabeza sufrirá un desgaste mayor y se manchará. En este caso sí podremos limpiarla utilizando un trapo humedecido en agua con unas pocas gotas de amoniaco. Con mucho cuidado deberá frotar despacio esta cinta interior.
Una última comprobación a realizar es la humedad de la prenda, revise que la gorra no está húmeda y si es así póngala a secar antes de meterla en la caja, evitará malos olores y manchas.
A continuación forraremos la gorra con papel en su interior para que no se arrugue y pierda su forma original. Para ello debe buscar un papel de seda que deberá enrollar e introducir alrededor del casco intentando imitar su forma original, tal como lo puede ver en la imagen.
La última fase consistirá en guardarlas en la caja colocándolas con cuidado y sin que estén apretadas unas contra otras. Así evitará las deformaciones y las arrugas tan molestas.
Si por un casual la gorra ha perdido su forma o tiene alguna arruga persistente, debemos proceder a un planchado. Pero para este proceso será necesaria una horma, por lo que debe acudir a su sombrerería para que se lo puedan hacer con garantía.
Personalmente les recomiendo que eviten la limpieza en seco de las tintorerías, ya que lo único que lograrán, seguramente, es que la gorra encoja y ya no quede apta para su uso.
El otro día les presentábamos las nuevas cajas que teníamos en Sombrerería Albiñana y en nuestra tienda online para guardar las gorras. Están pensadas específicamente para este uso, ya que tienen un diseño redondo y adecuado a su tamaño. Utilizar cajas mucho más grandes o más pequeñas que el diámetro de la gorra provocarán desplazamientos y arrugas que después de los meses de estar guardadas serán muy complicadas de eliminar.
Antes de que se me olvide, debo hacerles una útlima indicación, eviten guardarlas entre la ropa sin una caja, ya que seguro que se arrugarán.
Pues ya ven lo sencillo que es alargar la vida útil de este producto, un poco de cuidado y tendremos nuestras gorras disponibles para un año más.
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