Creo que no estamos muy acostumbrados a hacer cumplidos o a decir las cosas bonitas que pensamos cuando nos vienen a la cabeza y me parece que practicar el arte de comunicarlos, tiene mucho beneficio. Yo misma he vivido las dos situaciones: recibirlo de alguien desconocido y hacerlo, y en los dos casos el sentimiento que queda es fabuloso.
¡Voy a contarte más!
Recibir un cumplido de una persona desconocida
Esto entiendo que es algo complicado, ya que alguien puede hacerte un cumplido con toda la buena intención, pero que a ti te siente mal.
A mí misma me ha pasado, sobre todo por Instagram al subir mis stories. Pero sí que he de puntualizar que muchos de estos cumplidos sin mala intención llevaban impuesta una opinión que yo no había pedido. Y creo que es aquí donde está el límite.
La primera vez que recibí un cumplido de una total desconocida y que me dejó alucinada, fue en Hawaii. ¡Sí, sí, allí me tuve que ir!
Estaba en mi luna de miel y en el momento justo en el que salía de la piscina del hotel para coger mi toalla, fue cuando me crucé con una chica que también llevaba muchos tatuajes. No nos paramos, pero las dos miramos el arte de nuestra piel de arriba a abajo, en plan escáner. Cuando nuestros caminos ya se habían cruzado totalmente, sin dejar de caminar, ella se giró y me dijo:
“Hey girl! Your tattoos look amazing!”
A mí también me chiflaban los suyos, pero no supe reaccionar en ese momento así que le sonreí y le dije “thank you!”.
Nos pasó una vez más durante ese viaje y maridín y yo comentamos que quizás era habitual hacer eso allí, entre la gente que llevaba tatuajes. Ni idea, ¡la verdad!
Pero me gustó. Me gustó que alguien que compartía una afición (tatuajes) me dijera eso. Y sí, puede que fuese una opinión, pero no dijo nada del estilo “me gustan tus tatuajes, aunque el del pecho no me acaba…”. ¿Notas la diferencia?
Con el primer cumplido te quedas bien, con el segundo… ya, nuestra autoestima tiene que ser fuerte y nos tiene que importar un higo lo que opinen de los demás, pero ya sabes que si recibes muchas críticas al final acaban haciendo mella. ¿Verdad?
Y otra vez me pasó, aquí en Barcelona y también por mis tatuajes. Estaba sentada en una cafetería y una chica bastante más joven que yo se me acercó con miedo y me dijo si podía hacerme unas preguntas sobre mis tatuajes porque le habían gustado mucho y sentía mucha curiosidad.
¿Qué quieres que te diga? Me pareció tan tierna que al final acabé tomándome el té con ella y sin conocernos de nada.
Así que mi conclusión sobre recibir cumplidos o elogios de desconocidos es que sí, pero sin opinión impuesta.
Hacer un cumplido a una persona desconocida
Ya sabes cómo soy yo, que no me puedo quedar quieta cuando reflexiono sobre un tema y tuve una época en la que me empeñé en hacer cumplidos a desconocidos para ver su reacción.
El único caso que recuerdo bien bien, fue a una chica a la que le dije “oye, me encantan las botas que llevas, ¿de dónde son?” Y en realidad no tenía ninguna intención de comprármelas, pero sí que me gustaron y no sabía cómo enfocar el halago, así que tiré por ahí.
Tendrías que haber visto su cara. Sonrió y seguro que pensó que había hecho muy bien comprándolas porque eran bonitas y a otras personas también les gustaban las botas. Me dio las gracias y me dijo el lugar; yo le devolví las gracias cuando tuve el nombre de la tienda.
Halagar a tus conocidos
Y esto es algo que practico mucho más a menudo desde entonces, sin entrar en opiniones personales, simplemente halagando algo que me gusta si es que lo hay.
Porque de nada sirve hacer un halago de mentira, ¿no crees?
Si quedo con una amiga y veo que va muy guapa, se lo digo “qué guapa que vas!”. Pero no le voy a decir que “hoy vas más guapa que el otro día que nos vimos”.
También lo hago con maridín, que parece que no pero al final nos olvidamos de que tenemos una relación que mantener, y el día que le digo “hoy te veo con el guapo subido”, te puedes imaginar el efecto que causa en él.
¡Pues el mismo que causaría en ti!
Un chute de autoestima nunca viene mal si tenemos en cuenta que toda nuestra vida gira entorno a ella. Es algo que estoy descubriendo últimamente a mis 34 años y me encantará hablarte más del tema y contarte las conclusiones a las que estoy llegando.
Y ahora me gustaría saber si tú haces halagos a desconocidos, a conocidos y de qué forma los haces. ¿Das tu opinión pensando que como es sin mala intención la otra parte no se tiene por qué ofender? ¿O practicas la empatía y te preguntas si a ti te gustaría recibir un comentario así?
¿Te animas a probarlo y a contarme las reacciones que observas?