El momento del baño suele ser una buena experiencia para los niños. Al menos los míos se lo pasan de fábula. Y esta experiencia se incrementa por 1000 cuando se bañan con su padre. Me parece una forma perfecta de darles cariño al mismo tiempo que se juega con ellos.
En el día a día bañamos a los niños en su bañerita pequeña.
De uno en uno, porque ya he comentado que es pequeña.
El baño para Mario
A Mario desde siempre le ha encantado el momento del baño. No le importa pasar un poco de frío, no le importa arrugarse, no le importa perderse lo que esté pasando fuera, sólo le importa el momento del baño.
Y se lo pasa pipa.
La verdad es que no hacemos nada especial. Tiene un par de juguetes de baño, de esos que se llenan de agua y sale por un agujerito y punto. Pero los niños para divertirse no necesitan mucho, ¿verdad?
El baño para Leo
A Leo parece que le guste un poco menos el baño.
Lo tolera.
No llora, pero protesta. Claro que Leo lo hace todo protestando, así que eso no sería muy relevante.
Parece que entiende que tiene que pasar por ese proceso sí o sí y, aunque reniegue, se deja hacer.
Pero en 5 minutos está fuera.
El baño los fines de semana
La historia cambia cuando llega el fin de semana y se meten los dos en la bañera con su padre.
Parece que sea un momento mágico.
Tengo a Leo en brazos, porque es el último en entrar, y está dando manotadas y empujándose para saltar dentro de la bañera.
Recuerdo que cuando yo era pequeña, también me bañaba con mi hermano y mi padre.
Era un momento especial que recuerdo con mucho cariño.
Seguro que esto lo hacen miles de padres cada día, pero la madres somos más reticentes a bañarnos desnudas con nuestros hijos, ¿no? al menos eso le pasaba a mi madre y eso me pasa a mí ahora, pero es una pena, porque es un momento muy alegre, que ellos disfrutan mucho y que en cierta manera nos estamos perdiendo. A no ser que te quedes sentada en la taza del water a contemplar el espectáculo, que es otra opción.
El caso es que esos pequeños momentos, que parecen insignificantes, son grandes recuerdos que mantendremos siempre en nuestra memoria.
Yo no recuerdo lo que me trajo Papá Noel en Navidades cuando era una niña, pero sí recuerdo los baños con mi padre, las comidas en la cocina con mi madre o las visitas a la casa de los abuelos.
Supongo que en esa línea, la de simplificar las cosas, es en la línea en la que se ha realizado el nuevo anuncio de Ikea, tan criticado por muchas mamás y papás.
En el anuncio se recuerda que los niños no quieren tanto los juguetes, sino pasar tiempo con sus padres. Y los padres reivindicamos una sociedad que nos deje conciliar trabajo y familia, sin que ello implique que tengamos que morir de hambre por un mísero sueldo. En fin, si no sabes de qué te estoy hablando, este es el anuncio de Ikea:
Y estas son algunas de las opiniones de papás y mamás blogueros:
– Misgnomitosyyo
En fin, lo dicho. Yo apuesto por la simplicidad. Y, si esta sociedad no nos permite pasar más tiempo con nuestros hijos tenemos dos opciones. O aprovechar al 100% el tiempo que pasemos con ellos y que sean momentos de calidad; o bien, replantear nuestra vida, nuestras necesidades y ver si podemos pasarnos a un estilo de vida más sencillo y con menos estrés.
Y, si no podemos, al menos, cuando llegue el fin de semana, báñate con tus hijos
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