Revista Opinión

Cómo hacer jabón casero para piel sensible

Publicado el 08 junio 2018 por Carlosgu82

Hace unos días os explicaba cómo hacer jabón para lavar la ropa con aceite usado, (podéis ver la receta pinchando aquí) y también os explicaba que al ser un jabón hecho con aceite reciclado y con un potente poder limpiador, no era apto para ser utilizado para nuestra higiene personal. Así que hoy vamos a aprender a hacer otro jabón muy sencillo y básico, pero que cuide y mime nuestra piel. Tiene un sobreengrasado alto (esto quiere decir que parte de las grasas que utilizamos para realizar el jabón no son saponificadas, y permanecen en nuestro jabón como aceites), por lo que es muy hidratante, y dado que es para nuestro cuidado personal usaremos aceite sin usar, y a ser posible, de la mejor calidad que encontréis. Además, al llevar arcilla blanca, también llamada caolín, es perfecto para piel sensible. Eso sí, si con el jabón para la ropa ya dijimos que debía curar al menos cuatro semanas antes de ser utilizado, con este esa premisa es especialmente importante. En ningún caso debéis utilizarlo hasta que no pasen cuatro o seis semanas desde su realización. No dejéis de probarlo, porque merece muchísimo la pena, y la relación calidad/precio con otros productos similares del mercado, es excelente. De hecho, es muy probable que no encontremos, hoy en día, jabones con esa misma calidad, a no ser que sean artesanales.

El procedimiento para hacer el jabón es muy similar al que os expliqué en la anterior entrada, pero los ingredientes que ahora utilizaremos son estos (os recuerdo que tanto los líquidos como los sólidos se pesan en gramos, y que esta medida debe ser exacta):

  • Aceite de oliva virgen, 450 gramos
  • Aceite de coco, 150 gramos
  • Azúcar (blanca, normal, de la que tenemos en casa) 50 gramos. Este ingrediente es opcional, y solo lo usamos para que el jabón sea más soluble al contacto con el agua.
  • Arcilla blanca caolín, 35 gramos.
  • Agua desmineralizada, 204 gramos
  • Sosa caústica, 79 gramos
  • Batidora de mano para acelerar el proceso
  • Todas las medidas de protección que os comenté en la anterior entrada y moldes para envasar el jabón, los mismos que también os expliqué ahí.

El proceso es muy similar, mezclaremos los aceites, el de coco suele encontrarse sólido si la temperatura ambiente es inferior a 22 o 24 grados, así que podemos calentar un par de segundos en el microondas si no está líquido. No demasiado, solo lo imprescindible para poder mezclarlo con el de oliva. A esta mezcla de aceite de coco y de oliva, añadiremos la mezcla de agua con sosa, que habremos dejado templar a temperatura ambiente. Cuando alcancemos la traza, es decir, cuando después de un par de minutos mezclando con la batidora tenga consistencia de natillas, añadiremos el azúcar (opcional) y la arcilla blanca, y batiremos de nuevo para integrar todos los ingredientes. En este momento es cuando también podríamos añadirle aromas y/o aceites esenciales, pero como queremos un jabón muy básico que nos sirva para todo tipo de pieles, incluidas las más  sensibles, en esta receta no añadiremos nada más. Lo verteremos en nuestros moldes y lo dejaremos reposar entre 24 y 48 horas antes de desmoldar y ya dejarlo madurar durante un mínimo de cuatro semanas, aunque es aconsejable que sean seis u ocho, ya que cuanto más tiempo pase, mejor calidad tendrá. Recordar que si los moldes no son individuales y queréis cortarlo, debéis hacerlo cuando aún no esté demasiado duro, como os expliqué en el anterior artículo.

¿Por qué esos ingredientes? La arcilla es un limpiador natural, muy respetuoso con la piel. De hecho, simplemente mezclada con un poco de agua es una mascarilla excelente para pieles sensibles. El aceite coco, mejor si es virgen y prensado en frío, le dará esas burbujas que tanto nos gustan cuando usamos jabón. El aceite de oliva es un excelente antioxidante, rico en vitamina E, y nutre mucho nuestra piel.

A pesar de no añadirle aroma, después del periodo de maduración, comprobaréis que el jabón tiene un aroma a limpio, a los jabones de toda la vida, eso sí, de un modo muy suave. Si le añadimos aceites esenciales, podemos aprovechar tanto el aroma como las cualidades de los mismos, pero siempre intentaremos que sean de la mejor calidad posible, y esos suelen ser caros. También hay aromas sintéticos y especiales para hacer jabón (los veremos en artículos posteriores), pero con esta fórmula tenemos garantizado un jabón totalmente respetuoso con nuestra piel, incluso con aquellas que tienen problemas.

Espero que lo probéis y que os guste mucho. Y antes no dejéis de repasar los consejos y pasos que os dí para fabricar el jabón de aceite reciclado. El resultado es fantástico, pero hay que respetar siempre las medidas de seguridad. Una vez que os adentréis en este maravilloso mundo de hacer vuestros propios jabones, y podáis ir probando diferentes ingredientes y aromas, como el cacao, café, lavanda, flores, infusiones, etc., veréis que fantástica resulta esta técnica para el cuidado de la piel de toda la familia y la limpieza del hogar. Y para los que os gusta más el jabón líquido, no os preocupéis, en próximas entradas explicaré como lograr geles a partir de estos jabones.


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