Siempre se dice que los tres pilares para ser feliz son: salud, dinero y amor en ese orden. Nadie discute que la salud sea básica ya que la enfermedad te impide todo pero… ¡ay, el amor! lo que nos hace sufrir. Está claro que llorar en un yate navegando por el Caribe es mucho mejor que debajo de un puente pero muchas veces, durante la locura del propio duelo de la pérdida sentimental, cambiaríamos el amor de esa persona por cualquier cosa material.
En el desarrollo de mi faceta como tarotista, creo que he podido aprender determinadas pautas que ayudan a sobrellevar el desamor. Como podéis imaginar, en torno a un 90% de las consultas son sobre esta temática y uno se encuentra con algunos patrones y prototipos que se repiten, lo que me ha llevado a establecer unas «pautas de recuperación» para mis consultantes:
1.- Quiérete. Sí, lo sé, suena típico y tópico… pero nos cansamos de oirlo y repetirlo sin llegar a comprender su verdadero sentido. Quererse es valorarse, respetarse, apreciarse y hacer lo mejor para uno mismo. Cuando tengas pensamientos negativos, tentaciones de llamar a esa persona, nostalgia, piensa en el caso en el que tu madre (o alguien a quien quieres mucho) estuviera pasando por eso… ¿qué le dirías? pues eso te lo aplicas ¿A que si es una persona querida lo primero que te viene a la cabeza es que ella vale más que ese sufrimiento y no merece la pena estar así? Pues te lo aplicas.
2.- No lo/la subas al podium. No lo/la idolatres… sigue siendo la misma persona que durante la relación, no permitas que tu mente seleccione y exagere sólo lo bueno. Recuerda todo lo que te sacaba de quicio, lo sigue teniend. Sigue siendo una persona normal y corriente, no un semi-dios.
3.- Ábrete a posibilidades. No enfoques tu futuro con su ausencia como protagonista, no te pongas horizotes ni metas temporales, porque todo lleva su tiempo pero la vida te cambia en un segundo, seguro que lo has comprobado más de una vez. Ahora mismo te parece imposible estar feliz la semana que viene pero… ¿quién sabe? Hay cientos de cosas que pueden pasar que le dan la vuelta a tu vida en un minuto.
4.- Cambia todo lo que puedas. Todo, absolutamente todo lo que te rodee que te recuerde a esa persona o te traiga pensamientos negativos a la cabeza, en la medida de lo posible, elimínalo. Si puedes cambiar de casa, mucho mejor.
Hay una quinta pauta, pero no la quiero mezclar con las anteriores… si ves que el tiempo pasa y no mejoras, busca ayuda profesional: para eso están y te podrá ayudar más de lo que imaginas.