A la hora de hacer los masajes del bebé existen muchas zonas que se deben reforzar, como lo son la cara y la espalda, aunque también son importantes el abdomen, las extremidades, tórax y resto de zonas. Lo importante es mantener un contacto físico con el bebé, pero recibir masajes le va a ayudar a estar mejor.
Es muy importante a la hora de realizar masajes tener en cuenta que se debe hacer con mucho cariño, se le puede hablar al bebé en ese momento sobre lo que se está haciendo y se va a hacer, todo con mucho cariño y de forma suave. Se debe controlar la fuerza, ya que los bebés son frágiles todavía, y hay que aplicar los masajes de forma suave para el bebé.
Para hacer un masaje en la espalda del bebé se deben juntar las manos y deslizarlas con presión suave por la espalda del bebé, siguiendo los movimientos de arriba hacia abajo y hacia los lados de la columna vertebral. Una vez hecho esto, también se cruzan las manos desde hombro derecho a costado izquierdo y hombro izquierdo a costado derecho de forma alternativa, continuando así el masaje de espalda del bebé. Todo esto se debe hacer con cuidado y de forma suave, controlando que el bebé esté seguro y se encuentre cómodo.
A la hora de hacer el masaje de cara del bebé, se recomienda hacer presiones suaves y ligeras con el dedo en entrecejo y círculo que rodea los ojos. Se presiona suavemente los labios inferior y superior. También se debe dibujar una sonrisa desde la nariz hacia afuera. Una vez hecho esto, se deslizan también las manos desde detrás de las orejas hacia el cuello, creando una presión suave en el cuerpo del bebé.
No se recomienda hacer masajes al bebé cuando el bebé no quiera o se resista, hay que elegir un buen momento. Después del baño del bebé puede ser un buen momento para que el bebé reciba un masaje.