Muchas veces, hemos visto en la TV como los cerillos pueden arder en cualquier superficie, pero vemos en la realidad que sólo encienden sobre la superficie de fósforo de la cajetilla de cerillos. Hoy, veremos un simple truco para hacer que las cerillas puedan arder sobre cualquier superficie.
Materiales
- Agua.
- Papel de lija.
- Gotero.
- Recipiente de plástico.
- Una cajetilla de cerillos.
Creando nuestros cerillos especiales
El proceso de creación de estos cerillos es bastante simple, primeramente, tomamos la caja de cerillos y con ayuda del papel de lija, recogemos el papel fósforo que se encuentra en los laterales de la caja, debemos raspar hasta obtener la mayor cantidad posible de este material.
Ahora, con cuidado de no perder este polvo lo colocamos dentro de nuestro recipiente y con ayuda de un gotero vamos a adicionar unas pocas gotas de agua. La idea es mezclar el líquido con el polvo, hasta obtener una especie de pasta espesa que podemos remover con un palillo mondadientes o un mezclador de laboratorio del tipo manual (paleta o barra).
Luego, tomamos los cerillos y untamos la pasta recién hecha sobre la cabeza de cada uno de los cerillos, y dejamos secar sobre una superficie durante varios minutos, hasta que se solidifique la pasta sobre la cabeza del cerillo.
Una vez secos los cerillos, es momento de probarlos. Para ello, podemos pasar la cabeza del cerillo sobre cualquier superficie. Al entrar en contacto, la capa de fósforo creará la chispa necesaria para que se haga la combustión del cerillo.
A continuación veremos un video donde se explica detalladamente este proceso:
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