Acababa de salir de la ducha. La mujer estaba de pie delante de su marido totalmente desnuda, quejándose de que sus pechos eran muy pequeños. En vez de salir al paso con el típico no te preocupes, cariño, el marido sale con una sugerencia:
- Si quieres que tus pechos crezcan, lo único que tienes que hacer es todas las mañanas coger un poco de papel higiénico y frotarlo entre ellos durante unos segundos.
Desesperada y con ganas de probar lo que sea, la mujer toma un pequeño trozo de papel y lo empieza a restregar entre los pechos mirándose al espejo.
- ¿Cuánto va a tardar en hacer efecto? -pregunta la mujer.
- No te preocupes, irán creciendo a lo largo de los años.
La mujer se detiene y mira con desconfianza al marido.
- ¿Qué te hace pensar que frotarme un trozo de papel higiénico entre mis pechos todos los días hará que crezcan?
- Bueno, ha funcionado con el culo, ¿No?