Artículo de Matías H. van Waes en noiselab.net
La verdad es que mirando atrás me ha tocado casi de todo: desde medición y diseño de aislamientos acústicos , pasando por estudios de grabación, auditorios, ensayos de laboratorio, optimización de materiales, medidas medioambientales, mapas sonoros, simulaciones varias, silenciadores, sistemas anti-vibratorios, rediseño de soluciones constructivas, intensimetrías, peritaciones…y a pesar de la variedad de proyectos, todos ellos tenían una misma característica en común : culminaban con un informe.
Durante años, por lo menos en mi caso, ese era el momento que menos disfrutaba como ingeniero acústico de todo el trabajo. Me encantaba preparar el excel, hacer cálculos, revisar normas, obtener resultados de simulaciones, incluso tomar las mediciones resultaba ameno en gran parte de los proyectos.
Era como si cada parte del trabajo realizado tuviese una utilidad dentro del proceso de resolución del problema planteado. No obstante, en el momento de tener que realizar el informe algo cambiaba: tenía la extraña sensación de que de los 30 folios (por decir algo) lo único que se iba a leer el cliente o destinatario final del mismo era la última hoja:Las conclusiones.
No se a ti pero a mi eso me resultaba algo frustrante. Da igual que tipo de profesional seas pero hacer un trabajo sin propósito detrás, que no transciende de alguna manera,aunque sea mínima, resulta cuando menos poco motivador.
Tu producto: El informe acústico.
Piénsalo un segundo ¿No debería ser el producto de una empresa el lugar donde deberíamos prestar especial atención e invertir más tiempo? ¿No son los productos de una empresa los que , de alguna manera la definen cuando no estamos presentes? ¿Qué es lo que dejas a tu cliente como resultado de tu trabajo y esfuerzo?
El producto del consultor acústico es el informe.
Si, sé lo que estás pensando, el informe no es sólo tu producto, también está tu disponibilidad en todo momento , el estar ahí cuando surge un problema, etc, etc… y tienes razón, eso también es parte de lo que eres y de tu producto como empresa. Pero … ¿Qué es lo que un cliente enseña de ti cuando tu no estás? Normalmente cuando pensamos en un producto es aquello material y con volumen que podemos tocar compartir o tirar…
De hecho, ¿Qué haces cuando llega un informe de otra ingeniería a tu empresa? probablemente o por lo menos yo lo hago … lo miro de arriba abajo, lo reviso o, cuando menos, me inspira cierta curiosidad… como si hubiese llegado cualquier nuevo material o equipo a la oficina.
El informe acústico dice mucho de la ingeniería que lo redacta y nos ayuda a hacernos a la idea (equivocada o no) de qué tipo de profesionales hay detrás.
Pues bien, las preguntas que a raíz de estos hechos comenzaban a resonar en mi cabeza eran:
- ¿Por qué no leen mis informes los clientes?
- ¿Cómo puedo hacer para que mis informes se lean completamente?
- ¿Cómo puedo hacer para que realizar un informe sea algo más ameno y cobre un significado?
Si alguien no lee mi informe… ¿Será porque realmente no necesita un informe? Incluso iré mas lejos:
- ¿Puedo convertir mis informes en un canal de diferenciación y marketing para mi empresa?
- ¿Es posible que tu informe sea algo que tu cliente quiera compartir con otros?
- ¿Sería incluso posible que mis informes se quieran guardar a la vista en la oficina de mi cliente?
Desde esta perspectiva el hecho de realizar un informe ya resulta aunque sea algo más motivante, ya le he dado un propósito y tengo un objetivo claro que acometer con él. Ahora me falta el cómo. Las respuestas a estas preguntas se responden en el artículo completo en la web de Noiselab.