Al menos en este planeta, hay dos tipos de personas, las que deciden y las que dejan que decidan por ellas. Este post va a dedicado al primer grupo.
Si mezclas la valentía, con la inconsciencia y el estar un poco majareta, el esfuerzo con la ilusión por hacer lo que te gusta, resulta que llega un día en el que, sin saber muy bien cómo, te has convertido en lo que el gobierno define como emprendedor.
Vamos en un pringao´ sin un duro, pero con mucho que ofrecer. Nos han hecho creer que cuando dices la palabra mágica ¡emprendedor! hay un sinfín de facilidades que este maravilloso país pone a tu servicio, pues…sentimos deciros amigos que las ayudas a los emprendedores no existen, son los padres, por lo tanto tenemos que buscar formas low cost para salir adelante.
Hoy queremos enseñaros espacios que a pesar de ser “low” son muy “(s)low” para que podáis coger ideas y convertir ese local de mala muerte, que es lo único que os podéis permitir, en un sitio espectacular en el que se la gente se pelee por entrar ( por qué no, soñar es lo único aún gratis que puede hacer un emprendedor).
Si ya tienes tu negocio, nunca está mal darle un lavado de cara, así que tú también deberías seguir leyendo ;)
Y ahora menos hablar y más observar, os dejamos con las imágenes.
1. Elementos repetitivos, DIY y en colores neutros
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2. Menos es más
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3. Palets, cuerdas, cartón...¡larga vida al reciclaje!
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Como veis, la creatividad suple la falta de presupuesto, y aunque está un poco feo que nosotras lo digamos, que leches, ¡de eso tenemos para dar y tomar! Así que, si como hemos dicho sois del primer grupo de personas, ya sabéis donde encontrarnos guiño guiño ;)