Revista Belleza
No es necesario pagar por caras mascarillas para tener un pelo radiante. Simplemente podemos recurrir a lo que tenemos en el armario de la cocina y aprovechar las propiedades naturales de productos tan cotidianos como los huevos, la miel o la cerveza.
Si tu pelo es muy graso, puedes hacer una mascarilla de aceite de oliva en el que se haya dejado reposar unas hojas de romero, tomillo o salvia.
Si necesitas hidratación, puedes mezclar 3 cucharadas grandes de aceite de oliva y 2 de miel.
Para cabellos maltratados o teñidos, mezcla 1 yema de huevo, 1 cucharada de aceite de oliva, 1 de jojoba, 1 de miel, y una cucharadita de vinagre de sidra.
Otra alternativa para este tipo de pelo es: 1 huevo, 1 cucharada de miel, 1 hoja de aloe vera triturada en la batidora, 3 cucharadas de leche entera (o en polvo) y 3 cucharadas de aceite de oliva virgen.
Para pelo seco y quebradizo, se mezcla una yema de huevo con aceite de oliva hasta que se forme una especie de mayonesa. Es muy efectivo.
Para conseguir un pelo suave y brillante, mezcla agua destilada y vinagre de manzana a partes iguales en un recipiente con "flus flus". Se aplica después del lavado, a modo de acondicionador. Se puede añadir algún aceite esencial, como el de ylang ylang, para mejores resultados.
Para mantener durante más tiempo el color de un tinte, basta con aplicar sobre el pelo el zumo de dos o tres tomates.
Además:
El zumo de manzana y el vinagre de sidra son buenos remedios contra la caspa.
Para acentuar el brillo del pelo, puede emplearse cerveza o vinagre.
La manzanilla es conocido que intensifica el brillo y el tono de las rubias naturales.
Puedes mejorar todas estas mascarillas con distintos aromas o aceites esenciales, que le darán un olor agradable y/o aumentarán sus propiedades.
Lo ideal es aplicarlas sobre el pelo húmedo y esperar al menos media hora antes de lavar bien la cabeza.
Y vosotras, ¿aprovecháis las propiedades cosméticas de los productos de vuestra cocina para hacer vuestros porpios potis caseros?