Una de las alternativas más populares que existen dentro de los combustibles alternativos, es sin lugar a dudas, el biogas. Seguidamente, veremos cómo hacer un digestor de biogas casero de manera sencilla, que puede ser modificado para obtener mayor rendimiento o producción, lo cierto es que es bastante sencillo de hacer y no se requiere grandes cantidades de implementos.
Materiales
- Un recipiente cilíndrico o cuadrado con tapa que podamos colocar al aire libre, preferiblemente de concreto pero puede ser de plástico o metal.
- Desechos de origen orgánico, como paja, hojas marchitas, cáscaras de verduras, verduras y estiércol.
- Agua.
- Tubo de PVC o metal.
- Válvula de control de fluido (de las utilizadas en las tomas de agua o grifos de lavaderos).
- Sellador de silicona.
Cómo armar nuestro digestor de biogas
El armado del digestor de biogas es bastante sencillo, primeramente colocamos al aire libre nuestro recipiente y preparamos nuestra tapa, para que pueda ser utilizada como una especie de dosificador del biogas que vamos a crear. Para ello, abrimos un agujero en el centro de la tapa de diámetro igual al del tubo que vamos a utilizar, recordemos que mientras más pequeño sea el diámetro del tubo mejor.
Una vez hecho el agujero, insertamos el tubo a través de este y dejando unos 5 cm aproximadamente en la parte inferior de la tapa para que el biogas salga por allí, fijamos el tubo con sellador, y colocamos en los bordes de la tapa alrededor del tubo otra capa de sellador para evitar fugas de gas. Una vez seco el sellador y fijado el tubo, colocamos la válvula de dosificación en uno de los extremos del tubo, a través de esta válvula extraeremos nuestro biogas.
Ahora es momento de poner a trabajar nuestro digestor de biogas casero. Colocamos dentro de este una cantidad considerable de desechos orgánicos húmedos, aproximadamente 3/4 de la capacidad del recipiente y lo dejamos a la intemperie sin tapar por unos 10 días, debemos removerlo diariamente con una paleta o una vara.
Una vez pasados los 10 días es momento de poner a trabajar nuestro digestor de biogas. Para ello, colocamos agua dentro de los agujeros o canales donde irá la tapa, de esta manera, crearemos un sello de agua y evitaremos que se escape el biogas. Luego, cerramos la válvula y colocamos la tapa, una vez puesta y sellada la tapa con agua debemos esperar unos 10 días más. Pasado este tiempo, estaremos listos para utilizar nuestro biogas por aproximadamente unos 40 días para calentar agua o para cocinar.
Cómo funciona
Los compuestos orgánicos dentro del digestor de biogas casero se descomponen en presencia de humedad y en ausencia de oxígeno (fermentación anaerobia). El residuo de esta fermentación es gas metano (biogas), un combustible comúnmente utilizado en cocinas domésticas de todo el mundo y que podemos aprovechar para diversos fines.