Hoy quiero continuar hablándote de los objetivos, con una buena práctica que creo muy necesaria para llegar a buen puerto: la revisión temporal.
Quiero aclarar, antes que nada, que esta revisión no tiene porqué hacerse el 31 de diciembre, ni mucho menos. Cualquier momento es bueno para pararse un momento, salir del camino, por así decirlo y mirar si lo que estamos haciendo es lo más adecuado. Lógicamente, si tienes por costumbre plantearte cosas que quieres hacer, al comienzo del año, es una fecha más que lógica para hacerlo. Por eso, este artículo lo escribo con esta fecha y propósito en mente, pero por favor, siéntete libre de aplicarlo cuando mejor consideres (te animo a hacerlo en diferentes momentos del año, de hecho)
Primer análisis: ¿qué has hecho este año?
Antes de ponernos a escribir como locas nuestros propósitos y objetivos para 2021, necesitamos tener un punto de partida en firme.
Toca revisar cómo nos ha ido este año que acaba, respecto a lo que nos habíamos propuesto a comienzos de año.Así que te animo a buscar tus objetivos o proyectos (que deberías tener por escrito, y que si no tienes, te animo a poner en práctica para 2021).
Te recomiendo contestar por escrito a estas preguntas para hacer la reflexión. Al ponerlas por escrito, las manifestamos, las hacemos visibles, y esto nos hace conscientes. Es muy importante que contestes a ellas sin juzgarte ni castigarte. Simplemente se trata de hacer visible la realidad.
- ¿Qué te habías propuesto hacer este año?
- ¿Qué has logrado, de esa lista? ¿qué te ha ayudado a lograrlo? (hábitos, acciones o personas que te ayudaron a conseguirlo)
- ¿Qué no has logrado? ¿qué ha ocurrido para que no pudieses realizarlo? (qué motivos externos, y qué motivos internos, sobre todo)
- ¿En qué han cambiado tus objetivos durante estos últimos 12 meses? ¿has añadido nuevos objetivos? ¿has logrado algo que no tenías en tu lista?
- ¿Qué has aprendido este año?
Dale al coco un rato pensando en todo lo que has hecho este año. Sobrevivir a una pandemia cuenta como válido
Segundo análisis: ¿cómo fijarte metas para el próximo año?
Bien, ya sabemos qué ha pasado durante este año, lo hemos sacado a la luz y somos conscientes. Ahora llega el momento de plantearse los próximos meses.
Antes de nada, reflexiona pensando a futuro:
- ¿Qué te gustaría conseguir en 2021?
- ¿A dónde quieres llegar?
- ¿Cómo te quieres sentir?
- ¿Cuáles son tus prioridades, tus valores? (una forma genial de llegar a esta respuesta es preguntarte para qué quieres hacer "ese objetivo")
- ¿Qué necesitas cambiar - de lo que estás haciendo actualmente- para lograrlo?
- ¿Qué tienes que mantener?
Haz una tormenta de ideas para identificar cómo quieres que sea tu vida. Puedes pensar en diferentes categorías, por ejemplo (trabajo, salud, relaciones, familia…), o centrarte en una de ellas.
Coge un papel en blanco, y haz varias listas, una para cada categoría que quieras trabajar. Escribe en ellas las ideas que van surgiendo, esas metas lejanas, deseos que tienes. Van a ser tus objetivos a largo plazo . Si te sirve para entenderlo mejor, tus objetivos anuales son como “mini-pasos a realizar” para alcanzar tus objetivos en la vida.
Ahora, hay que pulir esas ideas.
Para ello, cogeremos cada una de las ideas que hemos anotado y las trabajaremos para hacerlas SMART (te recomiendo leer esta entrada y de paso, descargarte las fichas para ayudarte con los objetivos SMART). Ahora detallaremos lo máximo posible cada objetivo, de forma que nos resulte fácil seguirlo.
Al hacer los objetivos detallados, nos resultará fácil dividirlo en objetivos más pequeños, o a medio plazo (por ejemplo, mensuales). Siguiendo con el ejemplo anterior, los objetivos mensuales son como los “mini objetivos” para alcanzar los objetivos anuales.
Esos objetivos o hitos a medio plazo, los dividiremos en una lista de acciones concretas , tareas a realizar que podremos incluir en nuestra organización del día a día. A estas tareas les podemos dar ya fecha, poner en nuestro calendario.
Esto es lo que se conoce como crear un plan de acción
Recomendaciones para evitar fallar a tus objetivos (otra vez)
- No te pongas imposibles. Sé realista en tus objetivos a medio plazo. Si no has hecho deporte en la vida, ni corres para cruzar la calle, quizás plantearte hacer un iroman para el mes de agosto es una locura. Baja a tierra un poco ese objetivo, y busca algo que sea más fácil de realizar. Vale, estarás alargando en el tiempo quizás unos años el lograr tu gran sueño (quizás no), pero un objetivo realista tienes muchas más opciones de lograrlo. Eso te motivará a continuar adelante y, entonces sí, trabajar en tu gran sueño. Piensa siempre en una estructura como un árbol: Objetivo Principal (meta o sueño) -el tronco- > Objetivos intermedios (aquellos que te ayudarán a llegar a tu meta) - las ramas gruesas- > Acciones concretas (las que puedes ir incoporando mes a mes, semana a semana en tu planificación, y que te permiten avanzar), - las ramas pequeñas-.
- No te olvides de soñar a lo grande. Esos objetivos (a largo plazo) que sean tu gran pasión, tu para qué, serán el fuego que te motive cada día que dudes, que tengas ganas de rendirte.Que seas realista en los pasos intermedios no quiere decir que no puedas soñar en grande. ¡Ojo! Soñar en grande no quiere decir que todos, absolutamente todos, tengamos que soñar ser el próximo Google. Realizar un Ironman puede ser un sueño grande para alguien que quiere empezar a hacer deporte, pero no para una persona con ganas de montar una empresa de papelería, no sé si me entiendes. Tus sueños serán siempre a tu medida. Puedes ponerte un recordatorio visual cerca, que te recuerde cuando lo mires por qué estás haciéndolo.
- Sé flexible en tus objetivos. Este año ha sido un gran aprendizaje en este sentido ¿verdad? La vida, como hemos podido comprobar a base de
ostiasbien, sigue adelante, con sorpresas a veces que nos obligan a parar por completo. Y nos tenemos que adaptar. Este año quería haber viajado con mi bebé, pero la situación social hizo que lo cancelase por completo. Otro año será. Me centré en otros aspectos, aprendí de la situación todo lo que pude, y seguimos adelante. - Plantéate los objetivos de poco en poco. Seguro que conoces el dicho de quien mucho abarca, poco aprieta, pues en este caso, me refiero exactamente a eso. Si te planteas en Enero, por ejemplo, cambiar 10 aspectos de tu vida, estarás muy motivada la primera semana. Quizás incluso porque estás de vacaciones y tienes más tiempo para hacer lo que quieres. Pero a la que vuelves a tu rutina, ves que es imposible hacer todo como lo habías planteado, así que empiezas a abandonar objetivos. Es muy difícil adaptar tus rutinas, y más cuando hay interrupciones o sorpresas, a 10 nuevos cambios. Es más fácil centrarse en uno solo, trabajar en él en condiciones, durante 90 días, al menos, y afianzarlo.
- Crea recordatorios y lleva un registro. Puede ser en tu bullet journal, un listado, una app, hay también muchas maneras de llevarlo a cabo. A mi me gustan, para este caso, los habit trackers, para ver de manera visual qué días he cumplido y qué días no. También ayuda mucho hacer visible el objetivo a alguien que te pueda ayudar (por ejemplo, alguien con quien salir a hacer ejercicio) de esta forma, esa persona te puede motivar y dar un empujoncito cuando lo necesites.
- Realiza un seguimiento (lee el siguiente apartado) para identificar lo antes posible, cuándo te desvías de tu camino, y poder corregirlo. Qué acciones te funcionan, cuáles no, y por qué.
- Disfruta del camino y empieza hoy mismo (no esperes al lunes, al día 1, etc) Cualquier momento es bueno para empezar.
Tercer análisis: La revisión habitual
Escoge un sistema para organizarte, el que te resulte más cómodo y útil. Hay muchas opciones, tanto digitales como analógicas. Incluye en este sistema el plan de acción de tus objetivos, las tareas a realizar.Una vez al año, es recomendable hacer lo que estamos haciendo hoy, echar la vista atrás, y analizar lo que se ha realizado en el año, para poder fijar los próximos 12 meses, como te indicaba más arriba.
Pero, además te recomiendo realizar las siguientes revisiones:
- A comienzo de mes, revisar el mes anterior (las tareas pendientes, los objetivos alcanzados, objetivos por corregir) y establecer objetivos del mes, alcanzables (siempre que sean hijos del objetivo anual). Revisa además las fechas importantes: plazos a vencer, eventos, compromisos; la lista de tareas pendientes (valorar si algo que está pendiente, sigue mereciendo la pena o no);
- A comienzo de cada semana, revisa la semana anterior, y establece los objetivos de la semana actual (recuerda, serán hijos del objetivo del mes). Para cada uno, crea una lista de tareas con fechas y plazos para realizar esa semana, y fija, por ejemplo, una tarea al día.
- A comienzo de cada día, prepara tu jornada, estableciendo aquellas obligaciones (reuniones, eventos, etc) y un máximo de 3 tareas de tu lista, para realizar. No te planifiques muchas más, pues hay que dejar margen a los problemas, interrupciones, etc. Si el día te cunde mucho, y tienes tiempo, entonces puedes plantearte hacer alguna tarea extra, pero de cara a planificarte, con 3 es suficiente.
No vayas como pollo sin cabeza por la vida, y dedícale unos minutos a organizarte para que los pasos que des, te lleven a tu meta, poco a poco.
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Foto principal de Isaac Smith en Unsplash