
Las cigarreras | Gonzalo Bilbao
1915 (Detalle)
La mujer continuó trabajando dentro y fuera de su hogar. Porque sí, las mujeres trabajaban en casa, en el campo o en los talleres artesanos y cuando llegaron las fábricas se tuvieron que amoldar a las largas jornadas de trabajo llevando a sus bebés con ellas o dejándolos a cargo de una vecina o de algún familiar. Y a pesar de que en ciertos momentos de la historia, las dos grandes guerras mundiales son un claro ejemplo, las mujeres fueron requeridas en el mundo profesional, siguieron cobrando menos que los hombres y siguieron siendo un problema cuando querían ser madres: el hecho de que tuvieran que ocultar que estaban embarazadas o realizar trabajos clandestinos solía contar habitualmente con la aquiescencia silenciosa de la empresa. 2En otros casos, los contratantes era, al menos, nada hipócritas, y no tenían inconveniente en redactar contratos en los explícitamente rechazaban a mujeres casadas, como esta joya que os dejo aquí:

Este documento se aleja de las teorías y se acerca a la realidad que muchas mujeres vivieron (y viven) al querer compaginar la vida laboral y la maternidad. Hace casi 100 años de este contrato y a pesar de que algunos de sus puntos como "no fumar" o "no teñirse" el pelo pueden provocar una ligera sonrisa condescendiente con el pasado, algunas de estas cláusulas siguen vigentes de manera más o menos explícita en muchos puestos de trabajo. Gracias a Licencia Histórica por compartir este documento.______1. La mujer en la historia de Europa, Gisela Bock. Pág. 2192. Ídem, Pág. 195
