Revista Fashion Blogger
Sin duda, una de las prendas estrellas de esta temporada es la sudadera. Gracias a diseñadores como Kenzo, la sudadera ha dejado de ser una prenda exclusivamente deportiva, y se ha convertido en un elemento chic. Por primera vez esta prenda se ha subido a la pasarela, combinada con faldas de tubo o pantalones de vestir. En definitiva, ha sido sacada del contexto deportivo para el que fue creada y el mundo blogger rápidamente lo ha abrazado y absorbido.
Sin embargo, existe un largo camino hasta las pasarelas, y la sudadera ya estaba en el mundo mucho antes de que los blogs de moda pudieran siquiera imaginarse.La historia de la sudadera está irremediablemente unida a la del chándal. Resulta que la palabra chándal procede del francés, del apelativo que se aplicaba a los fruteros y verduleros (marchandd’ail, literalmente vendedores de ajo), a finales del siglo XIX. Por lo visto, estos vendedores llevaban un jersey muy característico y bastante calentito, que les ayudaba a combatir el frío. Cuando estalló la I Guerra Mundial, se decidió que estos jerseys eran perfectos para los soldados, no sólo porque mantenían el calor corporal, sino porque también eran cómodos y perfectos para el movimiento que requería un combate.Desde ese momento la prenda fue evolucionando, hasta convertirse en un elemento necesario para los deportistas. El chándal (igual que hoy en día), se colocaba encima de las prendas deportivas del atleta (bañador, shorts, camiseta de atletismo), y le permitían mantener el calor antes de empezar la competición. Además, al añadir cremallera en la parte frontal de la sudadera, era rápida de quitar.A partir de los años 80, cuando el deporte comenzó a profesionalizarse cada vez más, y las grandes marcas empezaron a respaldar y patrocinar a los deportistas, las sudaderas que estos lucían eran perfectas para dar a conocer a una marca. De ahí a que los logotipos de ciertas marcas empezaran a extenderse por medio mundo, gracias a los medios de comunicación, y tomaran las calles, hubo sólo un paso.Pero en los 80 hubo un fenómeno que ayudó a las marcas y al chándal casi tanto o más que el deporte: la música. El hip hop y el breakdance adoptaron este uniforme como distintivos propios, tanto por su comodidad, como por la publicidad que suponía para las marcas deportivas.Fue el momento en el que el chándal evolucionó definitivamente gracias a nuevas fibras como el poliéster o el amado táctel. A partir de ese momento no hubo escapatoria, y durante la década de los 90 nadie pudo huir del influjo del chándal. El chándal para ir al cole, el chándal para ir a la compra, el chándal de los domingos, el chándal con tacones… Todas teníamos un chándal de táctel, caracterizado por gomas en bajos y puños, y sobre todo por los colores: azul, verde, rosa, amarillo. Eso sí, la mezcla de colores era imprescindible (azul + verde, rosa + amarillo, verde + rosa…).
Personalmente, creo que en esa década y en mi infancia, marcada por el táctel, radica mi total aversión hacia el chándal. Como siempre digo, los 90 fueron bastante crueles en temas de moda pero, ¡qué felices éramos con nuestros chándales de 100 colores!Pero la moda es reinventarse o morir, y más de 20 años después el chándal ha dado una nueva vuelta de tuerca, sobre todo con su parte superior. La sudadera es la prenda más deseada y codiciada, incluso agotada en muchos casos, como esta sudadera de Mango (agotada gracias al poder del mundo blogger, una vez más).Y lo cierto es que diseñadores y firmas han sabido rehacer la prenda por completo para ofrecernos muchísima oferta y muy deseable, como estos ejemplos low cost.
Así que las que dijimos “nunca más”, como en mi caso, ahora tenemos que volver a replantearnos el mundo sudadera y el mundo chándal, incluso. ¡Cosas de la moda!