Hola chicas! Siento tardar tanto en escribir pero ahora tengo muy poco tiempo disponible y estoy más volcada en mi otro blog MI MUNDO ORIFLAME donde podéis encontrar más consejos de belleza como los que os suelo dejar aquí. Cómo hace mucho que no os dejo material nuevo, hoy os quiero hablar sobre un tema muy de moda hoy en día, las intolerancias y alergias alimenticias, algo a lo que no solemos dar importancia y que puede perjudicar nuestra salud. Espero que os resulte interesante!
Cuando un alimento nos sienta mal, nos cuesta digerirlo o bien asociamos algunos síntomas (dolor de cabeza, picores, urticaria, etc) con su ingestión, es posible que suframos una alergia o una intolerancia alimentaria. En estos casos, se aconseja observar muy bien nuestras reacciones y acudir a un especialista para que realice un diagnóstico correcto.
1-CÓMO DISTINGUIRLAS: Aunque, muchas veces se utilizan como sinónimos, hay una gran diferencia entre los dos términos.-INTOLERANCIA: En el organismo hay unas sustancias, llamadas enzimas, que sirven para descomponer los alimentos y digerirlos mejor. Hay personas que carecen de estas enzimas y, por lo tanto, no pueden metabolizar correctamente ciertos productos, por lo que sufren molestias digestivas (decimos que ese determinado alimento no nos sienta bien). Las intolerancias más frecuentes son a la lactosa de la leche y a la fructosa.-ALERGIA: En este caso, las molestias no están causadas por el aparato digestivo, sino por el sistema inmune. Al ingerir un determinado añoslimento, el organismo reacciona de forma exagerada, provocando síntomas no digestivos como dermatitis, hinchazón de párpados y labios, estornudos, etc. Los alimentos que suelen provocar más alergias son el huevo, los frutos secos y el marisco.
2-LA IMPORTANCIA DE REALIZAR UN BUEN DIAGNÓSTICO: El primer paso para detectar una alergia o intolerancia alimentaria es valorar la historia clínica del paciente, es decir, las molestias que sufre cada vez que toma determinado alimento. El siguiente paso será realizar las pruebas pertinentes en cada caso.-TEST DE HIDRÓGENO: Si se sospecha la presencia de una intolerancia, se suministra a la persona afectada una solución con la sustancia en cuestión (lactosa, fructosa, etc) y se le hace soplar varias veces en una especie de bolsas que recogen las muestras. En circunstancias normales, hay muy poco hidrógeno en la respiración, pero cuando hay problemas de intolerancia, los niveles aumentan. Según sea la cantidad de hidrógeno expelido a través del alimento, se determinará el grado de intolerancia.-ANÁLISIS DE SANGRE ESPECÍFICO: En el caso de que los síntomas apunten a una alergía, el especialista (en este caso el alergólogo) solicitará una prueba cutánea y, para afinar más el diagnóstico, un análisis de sangre para detectar la posible presencia de anticuerpos IgE.
2-LOS ALIMENTOS QUE SUELEN PROVOCARLAS: En nuestra dieta diaria, hay una serie de productos que causan este tipo de trastornos con mayor frecuencia.-FRUTOS SECOS Y MARISCOS EN LAS ALERGIAS: Los más habituales son los frutos secos, la fruta, el marisco y la leche de vaca en los adultos y el huevo y el pescado en los niños.-Qué hacer: El único tratamiento para la alergia alimentaria es evitar la ingestión del alimento en cuestión. La alergia a la leche y los huevos puede desaparecer con el tiempo, pero el resto suelen durar toda la vida. Aunque se está experimentando con tratamientos de inmunoterapia (vacunas), todavía no hay resultados concluyentes sobre su eficacia.-LECHE Y FRUTA EN LAS INTOLERANCIAS: La más frecuente es la intolerancia a la lactosa, un trastorno que aparece cuando hay un déficit de una enzima llamada lactasa, necesaria para metabolizar el azúcar de la leche. Le sigue la llamada malabsorción de la fructosa, que tiene lugar cuando el déficit es de fructosidasa, la enzima imprescindible para digerir el azúcar presente en la fruta y, en menor medida, en la verdura, las legumbres y otros alimentos.-Qué hacer: Este déficit puede ser parcial o total. En el primer caso, basta con reducir el consumo de leche o de fruta, según el caso, para evitar los síntomas, o bien elegir las variedades menos conflictivas. Los lácteos con menos lactosa son la nata, el requesón, el queso fresco y los yogures. Las frutas con menos fructosa son el aguacate, las aceitunas y el zumo de limón. Si la intolerancia es total, es necesario eliminar el consumo de estos alimentos de forma drástica.
3-CELIAQUÍA, OTRO CASO: Aunque a este trastorno también se le conoce por el nombre de intolerancia al gluten (una proteína presente en el trigo y, en menor medida, en el centeno, la avena, la cebada y otros cereales), en realidad, es una alergia, ya que, en este caso, el sistema inmune genera anticuerpos, aunque son diferentes que los que suele producir en las alergias alimentarias clásicas. -Qué ocurre: Estos anticuerpos lesionan el revestimiento interior del intestino (la mucosa) y alteran ladigestión y la absorción de los alimentos. Como consecuencia, además de sufrir nuemerosos síntomas digestivos, se produce un déficit de nutrientes.-Síntomas: Los más frecuentes son diarrea, vómitos, falta de apetito y pérdida de peso. Los niños afectados suelen tener una talla inferior a la normal para su edad y, en muchos casos, acostumbran a mostrar abultamiento en el abdomen. También hay una mayor tendencia a sufrir irritabilidad, falta de energía y dolor de cabeza (sobre todo después de tomar gluten).-Tratamiento: No hay ninguna prueba médica que detecte esta dolencia. Cuando existe la sospecha, para confirmar el diagnóstico, lo único que puede hacerse es eliminar drásticamente los alimentos con gluten de la dieta y comprobar si hay mejoría. En el caso de confirmarse, el tratamiento a seguir es evitar el gluten de todas las comidas.
4-LACTANCIA MATERNA: LA MEJOR DEFENSA: Numerosos estudios han demostrado que los bebés alimentados con leche artificial son más propensos a sufrir alergias alimentarias.-PROTEÍNAS BENEFICIOSAS: La leche materna es rica en IgA (inmunoglobulina A), una proteína del sistema inmune que protege a los lactantes de padecer este tipo de dolencias.-PROTECCIÓN: Se calcula que, con tan sólo cuatro meses de lactancia materna se consigue, por ejemplo, retrasar en 18 meses la aparición de la alergia a la proteína de la leche de vaca.-ANTECEDENTES: Por todo ello se recomienda prolongar la lactancia el máximo tiempo posible, sobre todo si los padres también tienen problemas de alergia.
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