Revista En Femenino

Cómo imponer una rutina a tu bebé

Por Clara Ingeniera @mamaingeniera

Antes de ser madre ya había leído algo sobre los beneficios de imponer una rutina a tu bebé y venía a ser algo así como que los niños con rutinas eran más felices.

Lo he dicho muy resumido pero vaya, un niño que sabe lo que va a pasar se siente más seguro y da lugar a menos pataletas o rabietas. Eso sí, ni tanto ni tan poco, porque no queremos niños que no tengan flexibilidad para afrontar los imprevistos de la vida.

A raíz de unos stories en mi Instagram sobre la rutina que uso con los mellizos, me he decidido a contarte cómo hago yo para que los bebés no estén de jarana a las 2 de la madrugada.

¿Dormir del tirón?

Cuando hablo de rutina, hablo de horarios. No tengo la fórmula mágica para que un niño duerma toda la noche del tirón (que es lo que muchas me han pedido por mensaje privado).

Bichito empezó a dormir del tirón cuando le desteté. Sí, lo sé, es una putada pero es así. Cuando se acabó la teta por la noche llegaron las noches del tirón.

Esto fue con 20 meses, creo y lo pasamos a su habitación con 2 años. Es decir, hace un año que Bichito no nos da las noches. A ver, alguna que otra sí si está malito o se le ha escapado el pipí del pañal… pero a grandes rasgos, duerme de 21h a 7h sin rechistar.

¿Y los pollitos?

Bebés de alta demanda

Hablar sobre bebés de alta demanda da para mucho. Tanto que tengo un vídeo en Youtube que te dejo aquí mismo.

Cuando nacieron los pollitos, Liam me engañó. Con eso de que apenas lloraba (al nacer estuvo ingresado en la UCI por eso mismo, porque tenía mucho líquido en los pulmones y tuvieron que aspirarle varias veces) daba la sensación de que era un santito.

Liv en cambio pegaba tales gritos que hacía que su hermano siempre quedase en segundo lugar.

Imagino que por supervivencia, eso cambió hace muchos meses y ambos berrean que da gusto. Exigen estar conmigo a tope pero tengo la baza de que Liv sí que ha cogido chupete (cosa que odiaba y no te creas, aún me da cosica) y eso me da mucho margen de maniobra.

Ahora los considero bebés de alta demanda que duermen sus dos siestas, a veces tres, en mochila encima de mí. Sino, no duran más de 20 minutos, lo que conlleva que estén irritables y sea mucho más difícil estar con ellos.

La importancia de poner una rutina a tu bebé

Los bebés nacen sin horarios y sin el biorritmo establecido. Para ellos las 3 de la madrugada es igual de oportuno que las 12 del mediodía, por eso es importante ayudarles a regularse según se van desarrollando.

Recuerdo los meses de verano en el pueblo, los dos primeros meses de los pollitos. ¡Qué horror! Me pasaba las noches enteras de pie intentando dormirlos, dando teta… ansiaba que llegase el momento en el que darles la teta tumbada en la cama, fuese suficiente.

¿Qué tiene la noche que nos hace saber que es de noche? Exacto, la oscuridad.

Por eso, desde que nacieron, en verano un poco más tarde y en invierno a las 20h, es momento de irse a la habitación a oscuras para intentar dormir.

Y es posible que me tire 2 horas para que se duerman, pero es importante no encender la luz para no desvelarles. Y si aún así se desvelan, que ha pasado alguna vez, seguir a oscuras.

Bichito no se ha desvelado nunca. Miento, quizás 1 o 2 veces, pero jamás hemos estado de madrugada despiertos de jarana. Jamás. Si se ha desvelado, hemos seguido a oscuras a la teta o le hemos explicado que no nos podemos levantar y que nos quedábamos tranquilos en la cama (esto de más mayor, claro).

Liv y Liam se despiertan entre 3-4 veces por las noches. A veces 3-4 veces cada uno o a veces entre los dos. Pero les doy teta o a Liv le pongo chupete (si le estoy dando teta a Liam, luego me giro le quito el chupete y le doy teta a ella). Los bebés de alta demanda se caracterizan, entre otras cosas, porque se despiertan mucho a comprobar si sigues ahí con ellos. No tienen porque tener hambre, pero buscan a mamá y su calorcito.

Las horas de sueño sin desvelos de los pollitos (que no sin despertares) son de 20h a 7h. A veces se van a dormir más tarde o a veces madrugan más. Recuerda que estamos en la liga de los dientes, las crisis y pepinillos en vinagre, ¡ja ja!

Nuestra rutina diaria

Vale, después de contarte todas estas milongas te estarás preguntando, ¿pero cómo lo haces? Voy a intentar explicarte como es un día normal, en cuanto a sueño se refiere, en la vida de los pollitos. Y digo normal porque si están malitos, si salimos de la rutina, si les duele la boca, etc., todo cambia. Esto es un día que no salen de casa o salimos una única vez.

A las 7h

Los pollitos se despiertan contentísimos y empiezan a dar grititos. Yo me cago en todo porque no quiero que despierten a Bichito que a veces le gusta remolonear hasta las 7:30 u 8h.

A veces han estado mamando desde las 6:30 o antes, o tal vez no recuerdo cuando fue la última vez que mamaron. Es toda una aventura.

A las 9:30h

Tengo más que comprobado que los pollitos no duran más de 2,5 horas sin dormir. Si lo hacen, lloran, están irascibles y la cosa se complica mucho. Cuando llego de dejar a Bichito en el cole (mis suegros vienen a relevarme media hora) los bebés ya quieren dormir. Sobre esta hora hacen su primera siesta del día.

Como te he dicho antes, me los cuelgo en las mochilas. Así es posible que duren hasta 2 horas durmiendo, lo que me da a mí tiempo para trabajar, responder emails, etc.

A veces se medio despiertan antes, pero entonces camino por casa para conseguir dormirlos otra vez. El más guerrero es Liam. Como está en la espalda, si él se despierta y quiere salir, me toca despertar a Liv. Es una putada como una casa pero alguna vez ha tenido que ser así.

Si los intento acostar en la cama o ponerlos en el carro, no duran más de 20 minutos.

¿Mi espalda? Bien, gracias.

A las 14h

Después de despertarse, jugar un rato, teta, comer, jugar… intento aguantarlos hasta las 13:30 o 14h para hacer la siguiente siesta. Vuelvo a colgármelos en las mochilas y caen ipso facto.

Aquí es cuando yo aprovecho para volver a sentarme en el ordenador y seguir con mi jornada laboral.

Duermen otras 2 horas, a veces menos, pero intento que sea lo máximo posible para que estén de buen humor.

A las 17:30h

Se acerca la hora de dormir, pero no aguantarían desde las 16h hasta las 20h ni de coña. Entre las 17:30h o las 18h o bien salgo a la calle a dar un paseo o bien me los cuelgo en las mochilas. Les dejo dormir solo media hora, no más. A veces no duermen y es todo fatal.

A las 20h

A las 19:30h les doy cena. Antes solo había teta, pues teta. Ahora les doy un puré de verduras porque está Bichito por ahí y cuando no estamos solos, no hacemos BLW. Ellos no se concentran igual y a mí me da miedo.

Después nos vamos a la habitación y pongo el difusor con una mezcla relajante de aceite esencial de lavanda y aceite esencial de naranja dulce. Hace poquito que uso aceites esenciales y no te podría decir que funcionan, pero a mí me gusta mucho como huele todo con esta mezcla. A veces añado también Ravintsara, aunque esto se lo pongo por las mañanas a los 3 niños en el salón. Tranquila, cuando esté más puesta en este tema, también te cuento.

Si veo que los bebés están muy on fire, simplemente me tumbo y dejo que bajen revoluciones con luz tenue. Cuando veo que buscan teta, entonces sí, apago la luz y empezamos a intentar dormir.

Primero toma teta Liv. Liam suele estar o quejándose porque también quiere o investigando los alrededores. Cuando Liv se suelta, le pongo el chupete, se abraza a su muñeco y se queda tranquila (esto es un lujazo). Pero no te creas que a veces también le tengo que dar meneíto.

Entonces me giro a Liam y le doy teta también. Él se duerme a la teta porque no quiere chupete y cuando veo que ya no está tragando porque se ha quedado dormido, intento soltarme y levantarme.

Se despiertan si yo no estoy

Duran poco así, y me da el tiempo justo para cenar lo que maridín haya preparado y volver a atenderlos. Normalmente Liv se vuelve a dormir con el chupete, pero me coge fuerte de la camiseta. Quiere que me quede con ella. Y a Liam, si ha comido hace poco, lo duermo de pie, dándole meneíto.

Entre las 21h que me he levantado de dormirlos y las 23:30h que decido irme a dormir (a veces antes si estoy agotada), a lo mejor me reclaman 2-3 veces. Una vez me acuesto con ellos, todo cambia porque saben que estoy ahí.

A veces me levanto a las 21h de dormirlos y Bichito pide que le lleve yo a la cama. Esos días ceno muy tarde porque cuando salgo de la habitación de Bichito algún bebé se despierta y todo es una locura. Así que el escenario ideal es que maridín acueste a Bichito y yo a los bebés.

Cuando me reclaman de noche, no enciendo la luz si no es estrictamente necesario, como un cambio de ropa por un escape. Incluso lo intento evitar y hacerlo solo con la luz del móvil. A veces me cuesta más y otras menos, pero vuelven a dormirse aunque me haya costado una hora y pico de esfuerzo en hacerlo.

La recompensa vale la pena

Es un trabajazo hacerlo así porque muchas veces diría “oye, no quieres dormir? pues no duermas, ya te apañarás”, pero no es plan porque son bebés y tienen que madurarlo todo aún. Es nuestra responsabilidad ponerles horarios y más adelante, si nos va tan bien como con Bichito, mamá y papá tendrán su tiempo de 21h a 23:30h, poco más de dos horitas que nos daban la vida antes de que nacieran los pollitos.

Poder cenar tranquilos, ver alguna serie, intimar… ya me entiendes.

Ah! y les he dado fórmula con cereales antes de dormir y siguen sin dormir del tirón, así que ya he asumido que es lo que hay hasta que llegue el destete.

¿Qué te ha parecido? ¿Es cómo lo esperabas? ¿Cómo impones la rutina a tus hijos?


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