¿Cómo influye el alcohol en el cicloturismo?

Ya sabemos que el alcohol es una sustancia destructiva para el organismo, pero ¿cómo puede afectar a los cicloturistas?

En primer lugar, afecta directamente sobre el tiempo de reacción, la coordinación y la precisión, es decir, influye negativamente en nuestra psicomotricidad cuando vamos encima de la bicicleta.

También puede alterarnos la temperatura corporal, disminuir nuestra potencia en el pedaleo, la tolerancia muscular y la fuerza por lo que nuestro rendimiento bajo el consumo del alcohol es mucho menor. Afecta directamente al sistema nerviosos produciendo somnolencia, pérdida de reflejos, mareos, euforia y por tanto, mayor probabilidad de sufrir un accidente.

Si se toma en una ocasión especial sus consecuencias son momentáneas, pero si por el contrario su uso es prolongado en el tiempo y excesivo puede provocar cambios en el hígado, en el cerebro o en el corazón. Por lo que la concienciación tanto frente al cicloturismo como a cualquier modalidad deportiva debe ser importante para todos los deportistas desde su inicio. Y es que todas estas alteraciones pueden convertirse en crónicas y no ser reversibles.

Al ser la función psicomotriz una de las más alteradas hace que directamente afecte a nuestro rendimiento deportivo por lo que alcohol y cicloturismo no son compatibles.

En España el consumo de alcohol está la droga más consumida tanto esporádicamente como habitualmente por lo que su detección precoz es importantísima sobre todo en personas que practican deporte para evitar que se llegue al problema de la adicción. En la actualidad se encuentra en todos los ámbitos, a cualquier edad y sin tener en cuenta la condición social por lo que si crees que algún compañero de salidas en bicicleta posee algunos de los síntomas descritos anteriormente, actúe de forma instantánea ya que practicar cicloturismo bajo los efectos del alcohol y hacerlo de forma habitual puede llegar a ser muy peligroso.