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Diversos estudios de diversos países muestran que los colores tienen distinta influencia en el ser humano. Quizás los primeros profesionales conscientes de este hecho y que incluso se atrevieron a jugar con él fueron los grandes pintores. Por eso hoy vamos a dedicar nuestro tiempo a ver qué nos dicen los estudios de la reacción que cada color tiene en nosotros.
Los colores hoy
Actualmente en el hospital de Mónaco, los niños prematuros se mantienen en incubadoras con colores rojo-morados ya que se ha comprobado que se desarrollan mejor así. Los rayos ultravioletas eliminan bacterias y gérmenes, a la vez que calman dolores musculares mientras que los rayos infrarrojos activan la circulación sanguínea, combaten el reumatismo, estrés, ciática y artritis, calmando los dolores reumáticos. Y pulseras protectoras y amuletos suelen realizarse con hilo rojo.
Los colores cálidos y los colores fríos
Se dicen “cálidos” a aquellos colores asociados a la luz natural, al fuego y a aquellos que en tonos claros nos despiertan sentimientos de hospitalidad, amabilidad y delicadeza mientras que en tonos oscuros sugieren estabilidad y riqueza. Son el rojo y el amarillo.
Los colores llamados fríos (gama de azules y verdes) se asocian al agua, expresando relajación, soledad (favorecen la concentración) y frescura en tonos claros mientras que en tonalidades oscuras favorecen el misterio, la melancolía (ideal para inspiraciones artísticas) o la depresión.
Combinación de diversos colores para crear un ambiente de descanso y relajación tras una dura jornada laboral.
Rojo – estimulante sexual y mental. Llama la atención y puede producir agresividad, apetito y subida de la presión sanguínea (combate el frío, dinamiza). Ideal por tanto en dormitorios (sensualidad) y comedores (estimula el apetito).
Amarillo – El primero que llega a nuestro cerebro, aporta optimismo combatiendo la depresión y el decaimiento. Estimula la actividad cerebral. Ideal para despachos y ambientes laborales. En salas de estar, estimula la comunicación.
Naranja – surge de mezclar rojo (pasión, vitalidad), con amarillo (estimula el cerebro). Estimula nuestra inteligencia emocional (sociabilidad) y sistema muscular. Produce regocijo y alegría.
Verde – Tranquiliza y relaja, favoreciendo el equilibrio emocional, actuando como sedante y antiséptico. Estimula la compasión, sensibilidad, esperanza y crecimiento por lo que no es indicado en estados cancerígenos o de enfermedades. El rayo de luz verde nos provoca equilibrio y armonía, tonifica la sangre y el corazón, reduciendo la presión sanguínea y estimula la pituitaria, así como la construcción de tejidos y músculos.
Azul– Es astringente, antiséptico, refrescante (combate el rojo, las pasiones) y relajante, beneficiando al sistema respiratorio y también a la garganta. Estimula la intuición y creatividad. Evoca al mar.
Violeta – Actúa en la inteligencia emocional, siendo indicado en el tratamiento de artritis y cáncer. Favorece la meditación, el recogimiento y la melancolía. Evoca la aristocracia.
Colores tierra (ocres, grises) – colores del elemento tierra (arena, madera,…), relacionados por tanto con la naturaleza aportando por eso cierta tendencia a la relajación. Favorece el descanso (si es muy oscuro puede llegar a oprimir, agobiar y deprimir). Asociado a la responsabilidad y seriedad. En zonas frías, aporta calidez. Suele ir bien para combinar con otros colores más vivos a los que aporta tranquilidad.
Blanco – color que rebaja las fuerzas de otros colores. Se asocia con la pulcritud, limpieza y la pureza. Aporta luminosidad y equilibrio.
Negro– protector. Favorece las energías magnéticas y femeninas del cuerpo. Aporta elegancia. Ideal para utilizar el dicromatismo blanco-negro, que evoca el equilibrio, la responsabilidad y la elegancia.