Recordemos: El primer paso para innovar es la obtención de ideas.
Según la revista Businessweek, la empresa de tarjetas MasterCard ofrecerá una webcast (presentación a través de Internet normalmente con diapositivas de PowerPoint y vídeos) sobre los diferentes rumbos que la compañía podría tomar una vez que la economía de vuelva a crecer. En esta presentación se contarán los resultados obtenidos de un grupo interno de apenas siete miembros, que han estado reuniendo ideas de todos los empleados de MasterCard, de todos los niveles alrededor del mundo.
Hasta hace poco tiempo esta presentación se hubiera realizado sólo para la alta dirección de la compañía, pero ahora esta webcast estará abierta a todos los 5.500 empleados, desde el perfil más hasta el presidente.
El objetivo: invitar a cualquiera con una idea para desarrollar nuevos productos, servicios o procesos internos a que hable, y alentar al resto a que también participe.
Por otro lado, IBM tiene sesiones anuales de innovación a través de Internet desde el año 2006, en la que permite a los empleados de cualquier nivel a que presenten ideas en una macro sesión de tormenta de ideas (brainstorm) de 90 horas de duración ininterrumpidas.
IDEA: Pongamos en marcha una iniciativa en nuestra empresa en la que cualquier empleado, de cualquier nivel, pueda aportar sus ideas de mejora
Por su parte Walt Disney, se está animando a los miembros del personal a que hagan pequeños vídeos que crean aquellos que van a ferias de la industria, a convenciones, o incluso los museos, y que después los envíen por correo electrónico.
Estas mini-producciones están destinadas a inspirar a otros compañeros de trabajo que no pudieron ir debido al recorte en presupuestos de viajes para conferencias por la recesión. Desde Disney comentan que aún con recortes de presupuesto esta iniciativa surge con el ánimo de seguir alentando a los equipos a innovar, ya que no ponen en duda el valor de la innovación, incluso en una recesión, y que de hecho consideran que ahora es más importante que nunca.
¿Y yo cómo puedo poner en marcha algo así en mi empresa?
Como vemos, incluso en las grandes empresas se ponen en marcha iniciativas de bajo presupuesto que nosotros también podemos implantar en nuestras organizaciones.
Sin embargo, es más un tema de querer hacerlo que de poder hacerlo. Aquí va una pequeña receta fácil de poner en marcha y que puede servir para empezar:
1. Analice cómo ha evolucionado su organización en los últimos años. Conozca que iniciativas se han puesto en marcha anteriormente, cuáles han prosperado y cuáles no, así como cuáles no han dado los resultados esperados (aprendamos también de los errores).
2. Haga una pequeña encuesta de sólo 3 preguntas, en su organización para conocer la opinión del resto de empleados y directivos sobre si creen que es necesario cambiar las formas de hacer las cosas, si se comprometen a hacer algo al respecto para cambiar, y si creen que tienen las habilidades necesarias para llevar a cabo un proceso de cambio.
3. Analice sus resultados y detecte cuáles van a ser los posibles detractores de la causa. Con ellos trabaje directamente y haga una labor de “evangelización” o hágales protagonistas para que se involucren.
4. Ponga en marcha un plan para recopilar ideas de mejora en un área concreta o crítica para su organización.
5. Estipule cómo decidir la recopilación de ideas y quién se va a encargar de valorar cuáles se ponen en marcha, cuáles son interesantes, o cuáles se desechan.
6. Desarrolle un mensaje simple destacando la importancia del cambio. Es conveniente que el proceso de asimilar que cambiar no sólo es bueno sino que es necesario vaya calando en toda la organización, de arriba abajo, pero también de abajo a arriba.
7. Comuníquelo a toda su organización. Si no saben después que va a ocurrir o en qué pueden aportar a que realmente se produzca un cambio, todo habrá sido en balde y habrá generado expectativas que después es difícil volver a despertar.
8. Ahora hay que hacer que participen el máximo número de personas posibles. ¡Tiene que hacer de animador!
9. Seleccione una idea y desarróllela. Si es la primera vez, empiece con una que sea sencilla de implantar, tanto en tiempo, cómo en coste.
10. Vuelva a empezar, pero ahora desde el paso 7, empezando comunicando la idea puesta en marcha, los resultados obtenidos y las personas involucradas. Muchas veces, el propio reconocimiento ante el resto de la organización es lo único que podemos dar, así que úselo.