Leer la primera parte de la serie
El 19 de marzo de 2016, el jefe de campaña de Hillary Clinton, John Podesta, recibía un correo electrónico que resultaría decisivo para el futuro de la campaña demócrata. El correo, que reproducía la misma estética y estilo que el del servidor de correo Gmail, levantó las sospechas de su equipo, ya que instaba a Podesta a que cambiara de contraseña de forma inmediata. Tras ser consultado al respecto uno de los ingenieros informáticos de la campaña, este resolvió que se trataba de un correo ilegítimo, parte de un intento de hackeo, y que se debía cambiar la contraseña cuanto antes directamente a través de Google.
Sin embargo, el ingeniero olvidó la “i” y escribió “legítimo”, de modo que Podesta acabaría cambiando su contraseña a través del correo y exponiendo toda su información a quienes hackearon su cuenta de correo; un error tipográfico que bien pudo costarle a Hillary Clinton la presidencia. Tres meses después, los correos de Podesta y del Comité Nacional Demócrata —el órgano burocrático del Partido Demócrata—, que también fue hackeado, serían publicados por varios portales, incluido WikiLeaks, evidenciando, entre otras cosas, que el aparat...
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Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseñaCómo intervino Rusia en las elecciones de EE. UU. fue publicado en El Orden Mundial - EOM.