Ser productivo es una cuestión de hábitos, así pues, ¿porque no empezar a introducir sutilmente sus conceptos ya de bien pequeños?. En la vida normal de un niño se le presentan retos donde son muy aplicables los principios básicos de la productividad personal. No se trata de exigir más de la cuenta o de presionar, sino de educar prestando atención a la adquisición de unos hábitos que les llevarán a tener una vida adulta más efectiva.
Al observar a mis hijos, me he dado cuenta que hay tres costumbres que son fácilmente trabajables y que sin un gran esfuerzo se pueden introducir en nuestro día a día. Estos tres puntos, favorecerán la adquisición de hábitos y la introducción de tres conceptos muy importantes en productividad personal.
Objetivos:
Las cosas se hacen (o deben hacer) por alguna razón, así pues, podemos introducir el significado de estos desde dos vertientes. Cuando te dicen quiero esto: ya tienen el objetivo claro, así pues debes de preguntar y ayudar a definir como lo van a conseguir, cual va a ser el camino. También puede pasar justo lo contrario, que no sepan lo que quieren, en este caso debes de ayudar a focalizar cual es su interés, y una vez hecho eso, como antes, ayudar a trazar un plan o camino claro para lograrlo.
Listas de tareas:
Es interesante integrar en la vida diaria de un niño una libreta, primero para trabajar el hábito de capturar, anotando todo lo que quieran o se les pase por la cabeza, y, en segundo lugar, empezar con unas minilistas de tareas. En el punto anterior hemos hablado de objetivos, y de trazar un plan para conseguirlos, pues ¿porque no introducir este plan en una lista?, con cuatro puntos claros que una vez realizados se puedan tachar. Una vez la lista este completada habrás llegado al objetivo, ¿planteado así, es fácil de entender por un niño, no?. Ejemplos para potenciar el hábito de capturar hay muchos, podrían ser el tener la lista de regalos que me gustan para mi cumpleaños o que comidas prefiero esta semana, otra opción es integrar a tus hijos en la gestión de la lista de la compra familiar. Para el hábito de llevar listas de tareas, un ejemplo que podría ser habitual, es el objetivo de planear los deberes vacacionales por semana, se planifican y se crea una lista, así ficha hecha, acción tachada, y al final de la semana: premio. Se pueden buscar otras listas de tareas, que no tengan tanto que ver con las tareas consideradas ‘obligaciones’, y pueden hacerse alrededor de su propio día a día, al estilo de hacer un puzzle, jugar con las muñecas, ver la tele por la tarde, en este caso se trata de plantearlo como un juego, y que se trabajen las listas ‘per se’.
Procrastinación:
Este concepto no hace falta plantearlo como tal (porque no te van a entender), pero si que este comportamiento, que es muy frecuente en niños, se resume en: siempre es mejor hacerlo mañana; casi que podríamos decir que es su modo de vida habitual (o como mínimo, es el de mis hijos). Por lo tanto es interesante de plantear los beneficios del: si se puede hacer algo hoy, hazlo. Así, intenta que hagan las cosas hoy, y si lo hacen, magnifica sus beneficios, por ejemplo, si recogen la habitación, después de haber estado intentando evitarlo, la mañana siguiente, enfatiza este hecho, ocupando el espacio de tiempo que les hubiese ocupado esa tarea, haciendo algo que les guste (jugando con ellos, por ejemplo).
Repito que no se trata de exigir, sino de plantearlo como un juego, la mayoría de estas cosas ya las hacemos de forma natural, y seguramente solo se trata de ponerle una estructura al proceso, para que los hábitos se adquieran con un orden y un sentido.