Hoy quiero compartir una excelente reflexión de José Miguel Bolivar que nos habla sobre cómo utilizar los niveles de perspectiva de GTD para dirigir la intuición al momento de tomar decisiones.
Tomar decisiones basadas en la intuición es un buen hábito productivo, siempre que la intuición cuente con la información que necesita para hacer bien su trabajo. Por eso, la «perspectiva» está mayoritariamente vinculada al hábito de «revisar». Cuando revisas de forma habitual tu propósito, tu visión, tus áreas de responsabilidad y tus objetivos a largo, medio y corto plazo, estás proporcionando a tu intuición información útil y relevante para que pueda «priorizar» bien en cada momento. Cuando no revisas, tu intuición tiene que recurrir a la información que tiene, que por lo general será incompleta y poco precisa.
100% de acuerdo. Una de mis criticas al método Getting Things Done es que la frecuencia de revisión que sugiere David Allen en ningún caso puede ser suficiente para entrenar bien la intuición. Cuando sólo revisas tus objetivos a corto plazo una vez al mes (o menos), no creo que afecta mucho a tu criterio en el día a día, especialmente teniendo en cuenta que existe el fenómeno del descuento hiperbólico.
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