Como la vida misma…

“Así va el mundo, unos a otros se burlan y torean: el que hacía de toro, hoy hace de caballero en plaza. La fortuna dirige la fiesta y distribuye los papeles, según la inconstancia de sus caprichos”. Explicación de esta estampa del manuscrito del Museo del Prado. http://es.wikipedia.org/wiki/Unos_a_otros

Hace unos días estuve en una clase abierta de un curso de teatro impartido por Alberto San Juan en AZarte, un espacio de creación, formación y exhibición de Madrid. Para los que no lo sepan, una clase abierta es una especie de representación o montaje final al que puede acudir el público de forma gratuita para ver lo que los alumnos han aprendido durante su formación. En este caso, tras diez días de clases, el grupo enseñó los resultados de una forma tan original que no podía dejar de contárselo a ustedes, lectores.

Resulta que los alumnos eligieron textos reales y los escenificaron… Escenas de la vida, publicidad, intervenciones de políticos o personajes conocidos… Miren, mejor se lo cuento: el famoso anuncio de Campofrío con Fofito sirvió de hilo conductor (una joyita); el pasodoble “Suspiros de España” tarareado por los actores era el tema musical de fondo, no vean los lagrimones; las “perlas” de Ana Botella caían entre escena y escena como minisainetes; las disculpas del rey fueron de los más granado (tuvieron que repetirla varias veces, por aquello de la puerta abriéndose y cerrándose); las instrucciones de Trinidad Jiménez para lavarse las manos ante la gripe A eran para llorar de la risa; las conversaciones del caso Gurtel entre Álvaro Pérez, Francisco Camps e Isabel Bas (mujer del presidente valenciano) parecían un chiste de Arévalo (con momentos escatológicos incluidos); la homilía del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig, donde el hombre dice una sarta de sandeces difícilmente superable, hizo que hasta el mismísimo Cristo moviera la cabeza (no sé si en señal de aprobación o de reprobación)… Pero eso no es todo. A esto se sumaron el discurso de Alberto Garzón (IU) durante la visita, a puerta cerrada, de Mario Draghi (presidente del BCE, Banco Central Europeo), y el de Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), respondiendo en el Congreso a un representante de las entidades financieras que acababa de afirmar que la legislación española sobre las hipotecas era estupenda…

Vamos, una noche entrañable y divertida si no fuera porque todo lo que se decía, el esperpento del que estábamos siendo espectadores, es la más cruda y jodida realidad a la que me haya enfrentado en mi puñetera vida (por eso de tenerlo todo recopilado en 40 minutos sobre un escenario).

Eso sí, ante los actores (y, por ende, ante el director), me quito el cráneo.

P.D.: El maestro Goya, en sus grabados, ya lo veía claro como el agua. Penita que no aprendamos…