La semana pasada te hablaba sobre Cómo mejorar los bloqueos emocionales y conseguir así tus objetivos (aquí) y, entre todos los emails recibidos solicitando sesiones individuales, uno me llamó poderosamente la atención. Decía así:
Hemos dejado de escuchar nuestra esencia, nuestra necesidad real, nuestro deseo más profundo de lo que queremos realmente. Nos hemos cargado de obligaciones, artilugios y consumismo, aumentando así el estrés, las emociones negativas, y las posesiones que nos atan a un mundo material sin alma.
Dejar de complicarse la vida no es adquirir más para vivir mejor sino todo lo contrario. Dejar de complicarse la vida es pensar en una misma, analizar lo qué realmente quieres o necesitas y desprenderte de todo aquello que te ata emocionalmente.
Si tú estás bien, tu entorno lo estará contigo.