Mantener bien limpio nuestro ordenador es muy importante, y no solo desde un punto de vista estético. El rendimiento y la integridad de algunos componentes pueden verse comprometidos si se acumula demasiado polvo sobre ellos, por lo que si queremos que nuestro PC nos dure el máximo tiempo posible es crucial que no nos conformemos con limpiarlo por fuera; también tendremos que retirar de su interior toda la suciedad que se acumula inevitablemente con el uso frecuente.
Algunos de los componentes que con más frecuencia se ven comprometidos por el polvo son los ventiladores que se responsabilizan de refrigerar la CPU y la GPU, entre otros elementos. Si la suciedad es excesiva su rotor podría obstruirse, obstaculizando así el giro de las palas y comprometiendo el trabajo de los componentes que disipan más energía en forma de calor. El problema es que el caudal de aire que penetra en el interior de nuestros ordenadores es grande, y contiene muchas partículas de polvo en suspensión.
El equipo que vamos a utilizar en este artículo práctico para ilustrar cómo os proponemos abordar la limpieza a fondo de vuestros ordenadores es un veterano pero aún en buena forma MacBook Pro de Apple comprado a finales de 2013. No obstante, la mayor parte de los consejos en los que indagaremos se pueden aplicar también tanto a muchos otros ordenadores portátiles como a los equipos de sobremesa. Como estamos a punto de comprobar, limpiar a fondo un PC requiere que seamos muy cuidadosos, y lleva bastante tiempo. Pero merece la pena si queremos mantenerlo en plena forma.
Estos son los ingredientes que os proponemos para nuestra receta
Todo lo que necesitamos para dejar nuestro ordenador portátil como el primer día podemos conseguirlo sin dificultad tanto en las tiendas físicas como en internet. De hecho, seguro que muchas de las personas que estáis leyendo este artículo ya tenéis algunos de estos elementos en vuestra casa. Esto es lo que utilizaremos en la limpieza a fondo en la que estamos a punto de embarcarnos: un bote de aire comprimido, un juego de pinceles para manualidades, uno o varios destornilladores para tornillos especiales, y, por último, un paño suave de microfibra.
Esta es la composición del líquido de limpieza de nuestra propia cosecha: 75% de agua desionizada, 25% de alcohol isopropílico y unas gotas de líquido deshumectanteHay un producto más que nosotros también vamos a utilizar: un líquido de limpieza de nuestra propia cosecha. No obstante, si lo preferís podéis haceros con alguno de los productos de limpieza de dispositivos electrónicos que podéis encontrar en las tiendas. En cualquier caso, aquí tenéis la receta de nuestra solución de limpieza, por si queréis probarla: 75% de agua desionizada, 25% de alcohol isopropílico y unas gotas de líquido deshumectante. No hace falta nada más.
El agua desionizada y el alcohol isopropílico pueden conseguirse sin dificultad en muchos supermercados y droguerías. El deshumectante es más difícil de encontrar, pero podemos dar con él en algunas tiendas de fotografía, electrónica y de productos químicos. Lo más interesante es que el precio de todos estos productos es bajo, por lo que podemos preparar en casa un litro de solución de limpieza por poco más de 5 euros. Y, además, funciona. Fulmina la grasa y la suciedad de la pantalla, las teclas, la carcasa y muchos otros elementos delicados de nuestro portátil.
Aquí van tres consejos valiosos antes de meternos en harina. Es importante que las cerdas de los pinceles sean suaves para que no ejerzan demasiada presión sobre los componentes más delicados de nuestro ordenador portátil. Además, nos viene bien tener a mano varios pinceles con diferente grosor (en la siguiente fotografía podéis ver los que utilizamos nosotros). Y, por último, si introducimos los pinceles en un vaso con agua durante unas 12 horas antes de utilizarlos evitaremos que las cerdas se desprendan cuando los usemos para retirar el polvo, los pelillos y las partículas de suciedad alojados en el interior de nuestro ordenador.
Cómo dejar impoluto el interior de nuestro ordenador portátil
Acceder al interior de un ordenador portátil no es difícil. Eso sí, siempre y cuando utilicemos las herramientas apropiadas. La mayor parte de los fabricantes utiliza tornillos especiales de pequeño tamaño para fijar las tapas de policarbonato y las láminas de metal que protegen los delicados componentes electrónicos del equipo de la manipulación habitual y la electricidad estática, por lo que es necesario que nos hagamos con el destornillador apropiado.
Para abrir el MacBook Pro de finales de 2013 que hemos utilizado en este artículo hemos comprado un juego de destornilladores especiales razonablemente asequible que está a la venta en Amazon, pero seguro que podréis encontrar sin dificultad las herramientas que necesitáis para acceder al interior de vuestro equipo tanto en esta como en otras tiendas. Cuando las tengáis no debería costaros ningún esfuerzo retirar los tornillos alojados en la base del portátil para poder extraer la cubierta inferior, y, así, acceder a su interior.
Un apunte antes de seguir adelante: cabe la posibilidad de que no todos los tornillos que fijan la carcasa de vuestro ordenador portátil sean iguales, por lo que es importante no mezclarlos cuando se da esta circunstancia para poder devolverlos posteriormente a su lugar. La base del MacBook Pro que hemos utilizado nosotros incorpora tornillos con dos tamaños diferentes, por lo que tuvimos cuidado para evitar que los dos que son un poco más pequeños acabasen mezclados con los otros ocho.
El sistema de refrigeración de los ordenadores portátiles tiene la responsabilidad de evitar que los componentes que disipan más energía en forma de calor, como la CPU, la GPU o los módulos reguladores del voltaje, entre otros elementos, superen su umbral máximo de temperatura. Y para lograrlo debe propiciar el intercambio del aire caliente alojado en el interior del equipo por aire frío procedente del exterior.
Si lo usamos a diario y durante muchas horas merece la pena limpiar a fondo nuestro portátil cada 12, o, como mucho, 18 mesesEste flujo constante de aire provoca que las partículas en suspensión que contiene acaben depositándose sobre los componentes internos de nuestro PC. En la siguiente fotografía podéis ver que el polvo acaba impregnándolo todo. La periodicidad con la que podemos llevar a cabo la limpieza del interior de nuestro portátil depende de la frecuencia con la que lo utilizamos. En cualquier caso, si lo usamos a diario durante una jornada laboral completa y queremos mantenerlo en el mejor estado posible merece la pena limpiarlo a fondo cada 12, o, como mucho, 18 meses.
La plancha de aluminio que podéis ver en la siguiente fotografía es la que hemos retirado para poder acceder al interior del ordenador portátil. Ejerce como base del equipo, por lo que sobre ella también se deposita mucho polvo. Afortunadamente, limpiarla es pan comido. Podemos utilizar un paño de microfibra ligerísimamente humedecido con agua o algún producto de limpieza neutro, pero nosotros preferimos usar el líquido de limpieza casero que os hemos propuesto un poco más arriba. Más adelante comprobaremos cómo queda este panel de nuestro portátil cuando retiramos meticulosamente toda la suciedad que se acumula sobre él.
Y, por fin, llega el momento de que nos metamos en harina. Lo primero que os recomendamos hacer es colocar la cánula de plástico que acompaña al bote de aire comprimido en el orificio por el que sale el aire a presión. Después solo tenemos que rociar con aire desde una distancia aproximada de 10 cm medida desde el extremo de la cánula, y utilizando ráfagas cortas de aproximadamente 2 segundos, toda la superficie de la placa de circuito impreso de nuestro portátil. Es importante que insistamos más en las zonas en las que se acumula más polvo, como en las palas de los ventiladores y en los huecos que quedan entre las celdas de la batería.
El aire comprimido es útil para retirar la capa de polvo superficial y acceder a los huecos más pequeños, pero usándolo no conseguiremos dejar el interior de nuestro portátil impoluto. Por esta razón, cuando veamos que las partículas adheridas a los componentes electrónicos y la placa de circuito impreso no se desprenden tendremos que recurrir a los pinceles para manualidades.
Es importante que las cerdas sean suaves, y también que retiremos el polvo de todos los elementos ejerciendo la mínima presión posibleComo he mencionado más arriba, es importante que las cerdas sean suaves, y también que retiremos el polvo de todos los elementos ejerciendo la mínima presión posible. Poco a poco comprobaremos que este procedimiento nos permite desprender todas las partículas de polvo que el aire comprimido no fue capaz de desterrar del interior de nuestro ordenador portátil.
En las palas de los ventiladores se acumula mucho polvo, y, además, el hueco que queda entre ellas requiere que para deshacernos de él utilicemos un pincel fino de cerdas suaves. Nos interesa retirar las partículas de polvo de los ventiladores de forma concienzuda para evitar que el rotor acabe obstruyéndose.
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