Cómo limpiar correctamente tus AirPods para eliminar toda la suciedad

Los AirPods de Apple son unos de los audífonos inalámbricos más populares del mercado. Pero con el uso diario, es inevitable que acumulen suciedad y polvo. Si quieres mantener tus AirPods limpios y en buen estado, aquí te enseñamos cómo hacerlo correctamente.

Antes de comenzar, es importante que sepas que no debes mojar tus AirPods ni sumergirlos en agua, ya que esto puede dañarlos. Lo mejor es utilizar un paño suave y seco para limpiarlos.

Paso 1: Limpia los AirPods

Usa un paño suave y seco para limpiar los AirPods. Pasa el paño por todas las partes de los auriculares, incluyendo la parte superior, inferior y los laterales. Si hay suciedad que no se quita fácilmente, puedes utilizar un cepillo de dientes suave para frotar con cuidado. No presiones demasiado fuerte y asegúrate de no dañar la malla de los altavoces.

Paso 2: Limpia la caja de carga

La caja de carga de los AirPods también acumula suciedad y polvo con el uso diario. Para limpiarla, usa un paño suave y seco y pásalo por todas las partes de la caja, incluyendo la tapa y los bordes. Si hay suciedad difícil de quitar, utiliza un cepillo de dientes suave y frote con cuidado.

Paso 3: Limpia las rejillas de ventilación

Las rejillas de ventilación en la parte inferior de cada AirPod son importantes para la calidad del sonido, por lo que es importante mantenerlas limpias. Utiliza un cepillo de dientes suave para frotar con cuidado las rejillas de ventilación. Asegúrate de no presionar demasiado fuerte, ya que esto podría dañar las rejillas.

Paso 4: Limpia las almohadillas de silicona

Si tienes los AirPods Pro, también es importante limpiar las almohadillas de silicona de los auriculares. Sácalas de los AirPods y límpialas con un paño suave y húmedo. Asegúrate de que estén completamente secas antes de volver a colocarlas en los AirPods.

Con estos sencillos pasos, puedes mantener tus AirPods limpios y en buen estado durante mucho tiempo. Recuerda hacer esto regularmente para evitar la acumulación de suciedad y polvo.