Cómo Limpiar el Ambar

Los expertos comparan el ambar con el vidrio, ya que es una de las piedras más suaves y delicadas usadas en joyería. El ámbar es un material orgánico procedente de la resina de los árboles. Es suave, poroso, y ha conservado su belleza durante millones de años. Al mismo tiempo el ámbar es una piedra frágil que requiere llevarla con cuidado.

Algunas recomendaciones simple y útiles le ayudarán a mantener su joyas de ámbar. Al llevarlo puesto el ámbar puede perder su tono y palidecer, o electrizarse con la fricción, por eso las cuentas de ámbar de los collares suelen ir separadas entre ellas con nudos en el propio hilo de seda o lino. Y por eso es aconsejable guardar cada pieza de ámbar por separado, y lo principal es guardarlas de forma separada a los metales (cadenas, anillos y otra joyería) de lo contrario el ámbar se enturbia.

Lo mejor es no dejar las piedras de ámbar cerca de la calefacción, ni tampoco bajo la luz directa del sol. El ámbar no es un mineral muy estable, y para alargar su vida debería de ser conservado en una cámara oscura. Ni siquiera a pesar de que esta piedra solar emerge del mar, tiene miedo de la humedad. Los cambios de temperatura son especialmente perjudiciales para el ámbar.

El ámbar es extremadamente sensible a los productos químicos, por lo que se debe de evitar que caiga sobre su superficie cualquier cosmético (perfumes, cremas, lociones, lacas, etc. uso). La aplicación de perfumes o sprays para el pelo, debe de ser siempre antes de ponerse las joyas de ámbar. Antes de lavar los platos, hacer la colada o antes del trabajo físico intenso (por ejemplo, arreglar el jardín) se debería de quitar las joyas de ámbar. No cocinar ni realizar la limpieza doméstica de la casa con las joyas de ámbar puestas. Mantenga el ámbar alejado de sustancias como la manteca de cerdo, el aceite de girasol o la mantequilla.

Limpie su joyería de ámbar tan a menudo como le sea posible, preferiblemente después de cada día de uso. Con el transcurso del tiempo, el ámbar se oscurece por efecto del sudor o la transpiración humana. Se puede eliminar la suciedad, el polvo y el sudor de las piezas ámbar con paño de franela humedecido con un poco de jabón suave y agua tibia. ¡No usar esponjas ni tampoco cepillos! No permita que el ámbar entre en contacto con otros productos para la limpieza de joyería, ni tampoco con productos con alcohol. No respetar estas normas puede hacer que en el ámbar se cree una capa blanquecina, que durará para siempre. Para pulir el ámbar y darle brillo, humedezca un paño suave con aceite de oliva y frote con la joyería de ámbar, sin olvidarse luego de secar la pieza quitando el exceso de aceite con un paño seco.

Los propietarios de joyería con esta piedra, por ejemplo, los que lleven un anillo de plata con ámbar, tienen que aplicar productos distintos para limpiar la piedra y la plata. Ni el oro, ni plata, ni otras aleaciones no se pueden limpiar con simple trapo. Para la correcta limpieza de los metales que enmarcan el ámbar hace falta usar abrasivos especiales polvos, ácidos o diluir agua en amoniaco en ciertas proporciones y mantener la parte metálica en remojo. Al mismo tiempo en pocas ocasiones se pueden usar procedimientos agresivos para la limpieza del ámbar medicina, y también del no medicinal, sin consecuencias. Por ejemplo ponerlo en remojo o hervirlo suele dañar sus propiedades.

La limpieza mediante máquinas automáticas no da buen resultado. Se recomienda dar la joyería de ámbar a un maestro joyero para una limpieza profesional. Ya que él separará la pieza del ámbar del resto de piezas y realizará la limpieza individualmente.

Siga estas sencillas reglas y recomendaciones, y su joyería de ámbar se conservará en perfecto estado, y te alegrará con su belleza durante muchos años.

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