En verano llega el momento de disfrutar del sol y vivir todas las aventuras que sea posible. Pero estas aventuras pueden conllevar suciedad y manchas, desde el protector solar, barro, la limpieza de las barbacoas y las manchas en la ropa blanca, desmitificaremos los problemas de limpieza más comunes del verano, ¡para que puedas pasar menos tiempo limpiando y más tiempo en la playa!
Deshacerse de las manchas de sudor amarillo
Las manchas amarillas son el resultado de la reacción química que se produce entre el sudor y el aluminio que se encuentra en la mayor parte de desodorantes. Lo más importante es saber que no debes intentar limpiarlos usando blanqueadores a base de cloro. Este tipo de blanqueadores, cuando se mezclan con las manchas de sudor, hace que la ropa se quede aún más amarilla y, obviamente, no es lo que estamos buscando.
En su lugar, usa un quitamanchas en seco específico para debilitar la mancha antes de poner la prenda en la lavadora. Otra opción es remojar la prenda durante la noche en una solución de agua caliente y una cucharada de blanqueador de oxígeno, y luego lavar como de costumbre.
Manchas provocadas por actividades al aire libre
Las manchas más comunes durante el verano son las de hierba, barro, tierra y manchas de protector solar. Todas estas manchas deben de ser tratadas de una manera diferente, con productos o técnicas especializados. Aquí tienes todo lo que necesitas saber:
Hierba: La hierba genera un tipo de mancha difícil de tratar. Se puede aplicar directamente un spray antimanchas antes de meter la prenda en la lavadora y después lavarla de la manera habitual. Si aún quedan restos de manchas de hierba verde después del lavado, frota alcohol en la zona y lávala de nuevo.
Barro y suciedad: El barro es uno de los pocos tipos de manchas que no se limpian mejor en el momento de ensuciarse. Esto se debe a que es más fácil limpiar la superficie de la prenda después de que el barro se haya secado, por lo que es conveniente dejar que se seque, sacudir con un cepillo los restos de tierra y posteriormente aplicar el producto de limpieza directamente sobre la superficie a tratar.
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Ten tu barbacoa impecable
Cuando llega el momento de limpiar la parrilla de la barbacoa, es necesario aplicar técnicas específicas, ya que debido a sus características, es difícil de limpiar. En el día a día, para realizar una limpieza superficial, es suficiente con calentar la superficie de la barbacoa para quemar los restos de comida que se han pegado y una vez que estén carbonizados, limpiarlos con un cepillo y después con un poco de jabón.
Pero si quieres realizar una limpieza en profundidad – lo cual es fundamental, puesto que es un instrumento que utilizamos para cocinar alimentos – puedes completar el proceso de limpieza frotando las barras de la parrilla con un poco de aceite vegetal, que va a favorecer que la suciedad no se quede pegada en la parrilla al alisar la superficie.
Es recomendable limpiar a fondo una parrilla cada 10 o 20 utilizaciones o entre 1 y 2 veces al año, según la frecuencia con la que la utilices. El primer paso es quitar las rejillas y utilizar un cepillo para limpiar los residuos. Cuando hayas quitado las rejillas, utiliza un paño húmedo para retirar los restos que quedan dentro de la parrilla. Es recomendable limpiar la bandeja inferior frotándola con agua caliente y jabón. El exterior de la parrilla también puede limpiarse con agua y algún tipo de detergente o con un paño húmedo.
Limpiar una mancha de protector solar
Las manchas de protector solar son un desafío para cualquier persona que tenga que limpiarlas. Uno de los principales componentes de los protectores es la avobenzona, que cuando se junta con el hierro que liberamos a través de nuestro sudor, crea lo que se conoce como una mancha de óxido.
Para tratarla, puedes utilizar un quitamanchas específico o recurrir al método casero de exprimir el jugo de un limón sobre la mancha, cubriéndola con un poco de sal y dejando que la mezcla actúe durante toda la noche. Al día siguiente, quita la sal de la prenda y lávala de la manera habitual. Un dato fundamental sobre las manchas de protección solar es que no se debe utilizar detergentes con cloro o con lejía, pues ambos productos harán que la mancha empeore.