Las zapatillas son uno de los accesorios que forman parte del equipamiento de los ciclistas y que más tienden a ensuciarse, en especial cuando en entrenamiento o las competencias se llevan a cabo en terrenos húmedos o embarrados.
A pesar de que las zapatillas de ciclismo han sido diseñadas para aguantar distintas condiciones que normalmente forman parte del deporte, la suciedad que se incrusta en su superficie resulta ser uno de los factores que más rápido le pueden deteriorar, además que puede hacer que el rendimiento sea menor, acortando además la vida útil del calzado.
Mantenerlas al día es fundamental para estar preparados para rodar en la bici en todo momento. ¿Quieres aprender cómo limpiar tus zapatillas para ciclismo? Aquí te presentamos la manera de hacerlo.
Parte externa
Lo más fácil de quitar es la suciedad recién pegada a las zapatillas. Para ello, al llegar del entrenamiento debes quitarte las zapatillas y con un trapo húmedo retira todo la suciedad que se pega en la parte de afuera de las zapatillas. Como la superficie de las zapatillas es de cuero y por lo general suele ser totalmente lisa, este trabajo no es tan difícil de lograr.
Si por el contrario se trata de unas zapatillas de ciclismo de las que tienen mallas en la parte externa, un trapo húmedo no será suficiente para eliminar el barro, ya que en los poros de la malla siempre se incrusta polvo y barro. Aquí lo recomendable es utilizar un cepillo de cerdas suaves.
Para una limpieza adecuada coge un cubo con agua fresca y añade un poco de jabón. En las tiendas de ciclismo puedes conseguir jabón especial para estos equipamientos, mezcla bien y ve humedeciendo el cepillo al tiempo que lo vas a pasar por la zapatilla.
Luego realiza suaves movimientos circulares para retirar el barro, aclara con el trapo húmedo y pásalo por el resto de la zapatilla.
Para terminar con la parte exterior, coge la manguera y retira los restos de jabón con agua fría, procura que no quede nada de jabón adherido a la superficie de la zapatilla, ni en los poros de la malla.
Los restos de jabón endurecido también puede acelerar el deterioro del material con que se ha elaborado la zapatilla.
Limpieza interna de las zapatillas
La limpieza de la parte interna es muy importante, ya que además de acumular suciedad, el sudor suele facilitar el crecimiento de las bacterias y los hongos, que al combinar con agua sucia y barro se convierten en un mal peor.
Antes de empezar con la parte interna, debes retirar antes las plantillas, para realizar el lavado por separado.
Para limpiar las plantillas coge el cubo que tenías anteriormente y si el agua con jabón continúa limpia puedes meter las plantillas y cuando estén bien humedecidas coge el cepillo y cepilla toda la superficie con suavidad, pero con precisión, de manera que no las dañes pero puedas retirar los restos.
Luego pásalas por agua fría para retirar el jabón y ponlas a secar al sol cubiertas con una servilleta absorbente para que el sol no les pegue de manera directa.
Luego, con el cepillo lleno de agua, limpia la parte interna del calzado, con cuidado de no estropearlas. Aclara con abundante agua fría y comprueba que toda la suciedad ha salido, de no ser así inicia nuevamente con el procedimiento.
Tras haber retirado todo el jabón, toma un paño seco y trata de eliminar todo el exceso de agua, para luego con otro paño seco o papel absorbente, formes una bola y la introduzcas en el interior del calzado para que absorba toda la humedad y las zapatillas no se deformen, colócalas al sol pero cubiertas con un paño o con el mismo papel, ya que las radiaciones solares pueden deteriorar el calzado.
La limpieza de las zapatillas no solo incluye el cuero o la parte interna, la suela también es importante, ya que el barro se suele incrustar en las pequeñas rendijas, al igual que las piedras y pueden hacer que la fijación con el pedal se vea afectada.
Por ello siempre es importante revisarlas tras cada salida, retirando con un paño húmedo la suciedad. En el caso de haber piedras, retirarlas de forma manual, asegurándote que no quede nada que entorpezca tu rendimiento.
Los cierres
Una parte que sin duda no se puede descuidar son los cierres, ya que van perdiendo su integridad y la calidad del calzado. Existen varios tipos de cierre.
Zapatillas con cierres de velcro
Es recomendable utilizar un cepillo suave para la limpieza, y si hay mucho incrustado, con un pequeño palillo te puedes ayudar.
Zapatillas con cordones
En este caso es muy fácil, solo debemos sacar los cordones y lavarlos aparte al igual que las plantillas, luego ponerlos a secar antes de colocar.
Zapatillas con cierre de boa
Por lo general son elaborados con un sistema de cierre especial que evita que el barro entre, pero siempre puede entrar algo de suciedad. Para limpiarlos respeta el orden de la cuerda, aflojándolo al máximo y con un trapo frota con cuidado.
Zapatilla con cierre milimétrico
Este resulta fácil de limpiar, solo pasando un paño húmedo por la parte superior será suficiente.