Es bien sabido, cuando dejamos los utensilios de cocina en remojo es mucho más fácil limpiarlos. Pero, ¿qué pasa cuando tenemos que lavar una olla de la noche anterior, muy sucia, que no dejamos en remojo?
¿Necesitas más esfuerzo? ¿Productos de limpieza más agresivos? ¿Más tiempo? No. Sólo necesitas... vapor!
Es uno de mis trucos favoritos. Tan simple como efectivo. Calientas agua (poca cantidad es suficiente). La colocas en la olla y la tapas lo más herméticamente posible. Esperas unos minutos. El vapor ablandará la suciedad y podrás limpiarla en forma rápida, fácil y con mucho menos esfuerzo.