Mi nombre es Ely y quizá me conozcáis por Educar en calma, mi proyecto profesional con el que he emprendido desde hace unos meses. En él, intento facilitar recursos y herramientas para familias y educadores con el fin de aplicar el concepto “slow life” al mundo de la educación.
Sin embargo, también es posible que me conozcas como Mamá de día y de noche, un blog de maternidad que lleva en funcionamiento dos años y en el que cuento mis aventuras siendo madre a jornada completa.
La historia sobre mi proyecto profesional está íntimamente ligada a la maternidad, un momento que supuso -y supone- un foco de inspiración y crecimiento personal constante.
Cuando me quedé embarazada de mi primer hijo, Álvaro, trabajaba en una escuela infantil como tutora de aula de bebés. Creo que tener a ocho bebés tan diferentes a mi alrededor hizo que mis hormonas se dispararan y quisiera tener uno para mí 24 horas al día.
Anuncié la noticia de mi embarazo con solo seis semanas y ya me anticiparon que habría “otra más en el paro”. Pensé que era broma y me reí, pero fue cierto. Estando embarazada de seis meses, recibí mi carta de despido.
Denuncié y luche tanto por mis derechos como por los de tantas otras mujeres que sufren en este país estas situaciones de acoso laboral y despido por haberse quedado embarazas. ¡No somos delincuentes, somos madres!
Gané el juicio, pero perdí la ilusión de trabajar en un sitio en el que no era bien recibida ni valorada, así que, cuando llegó el momento, me acogí a un ERE que estaban haciendo y me marché.
Me quedé donde el corazón me decía que estuviera con mi hijo. Disfruté tanto aprendiendo con él, riéndome y viendo cómo crecía. Siempre apoyada por mi compañero de viaje, que ha sido un pilar importante en el que siempre me he apoyado y con el que voy formando la familia que queremos.
Ampliamos la familia con Diego, que se lleva con su hermano 23 meses y llegó en el mejor momento que podía llegar. Vino a iluminarnos nuevamente y a darnos alegría con su energía infinita.
Pero, como ya os he adelantado, la maternidad siempre ha venido con mucha inspiración y del nacimiento de Diego nació Mamá de día y de noche. Quizá porque siempre que me decían que por qué no me hacía mamá de día, yo contestaba que era “mamá de día y de noche” y me quedé con el nombre J
Gracias a mis hijos he aprendido a cambiar el ritmo, a valorarme y ver la fortaleza física y psicológica que tengo. También he aprendido sobre lo mucho que aportan los niños. Nos cambian la vida y nos hacen estar en formación continuamente. Nuevos retos, nuevas aventuras, nuevas necesidades, nuevos aprendizajes…
Soy maestra de educación infantil de formación y reconozco que disfruté muchísimo en la carrera. Tanto, tanto que lloré el día que se terminó. Ahora, como madre, creo que, además de aplicar cosas que aprendí en la universidad, he aprendido mucho más.
Me sigue apasionando la educación. Me sigue encantando la etapa de infantil porque creo que son los cimientos más importantes sobre los que nuestros hijos se apoyarán el día de mañana para construir conocimientos.
Y este tercer embarazo no iba a venir sin menos inspiración, así que gracias a Lucía comencé con Educar en calma, el proyecto que afronto desde la profesionalidad de mi profesión y la experiencia de mi maternidad.
Durante este tiempo de “parón” no he estado parada en ningún momento. Tengo inquietudes variadas y me he ido formando haciendo crecer mis conocimientos sobre pedagogías activas como Montessori, la Disciplina Positiva, he hecho cursos, formaciones y he disfrutado de mis hijos.
En Educar en calma hay cursos para familias y también sesiones de asesoramiento para escuelas infantiles y ludotecas; así como sesiones de coaching para ayudar a las familias, niños, adolescentes y, ahora también, a mamás.
Todo dirigido a ayudar desde la empatía y el respeto profundo que siento hacia los niños, que no solo son nuestro futuro, sino que son nuestro presente.
Espero que os acerquéis por Educar en calma y nos tomemos un café siempre que queráis. Un abrazo y gracias a Lai por darme la oportunidad de contar mi historia.
Ely
No dejéis de visitar el proyecto de Ely, su blog Educar con Calma me cautivó desde la primera imagen que vi en su Instagram. De ahí, no me pierdo ninguno de sus pasos. Su historia personal y su proyecto iniciado por la inspiración de su maternidad inaugura una sección en el blog, historias en primera persona, en la que puedes compartir un cambio que te ha provocado la maternidad, una experiencia que quieras compartir, algo que te haya marcado. Si quieres compartir tu historia, escríbeme a [email protected] con el título: Historias en primera persona.
Archivado en: Crianza respetuosa, Historias en primera persona
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