Un buen día llegué a la radio. Un mundo fascinante donde puedes comunicarte con todo un país a través de un micrófono. Era algo que disfrutaba mucho y hacía que me levantara todos los días con ganas de comerme el mundo. Todo iba bien hasta que me convertí en madre. La maternidad transformó mi vida y mis prioridades. Desde entonces comencé a buscar alternativas para trabajar desde la casa y poder estar con mi bebé el mayor tiempo posible.Tardó mucho pero el esfuerzo valió la pena. Cuatro años después del nacimiento de mi hijo me armé de valor, renuncié a mi antiguo trabajo y ahora estoy en casa.
¿Cómo lo hice?Es una pregunta que me hacen frecuentemente. Aquí te comparto las cuatro cosas que me hicieron lograrlo:
- Planificación
- Hice un plan a corto, mediano y largo plazo.
- Veriqué con el contable sobre mis alternativas e hice un presupuesto familiar mensual de mis gastos reales.
- Empecé a economizar y lo que ahorraba lo guardaba.
- Hice recortes en gastos "no necesarios" como el cable, periódico, entre otras cosas.
- Utilicé el dinero ahorrado para pagar deudas y adelantar pagos de las cosas más esenciales como la hipoteca, carro, colegio del niño, agua, luz, teléfono, etc. De este modo, si no tenía ingreso en algún mes, podía dormir tranquila.
- Organización
- Me impuse fechas específicas para cumplir con las metas.
- Hablé con algunos acreedores para que supieran que ya no tendría un salario fijo y algunos hicieron cambios o ajustes para "ayudarme".
- Compromiso
- Estaba clara en que quería hacerlo y no me fallé. Seguí mi plan al pie de la letra y todo salió como lo planifiqué.
- Ayuda
- Sin la ayuda y respaldo emocional de mi esposo jamás lo hubiese logrado. Él sabía como yo que era una decisión arriesgada pero siempre estuvo a mi lado. Incluso, cuando algunos cuestionaron lo que haría.
Foto: The Office via photopin (license)
