Muchas son las fuentes de inspiración que un escritor puede encontrar para desarrollar sus historias, sean del género que sean. Desde hechos históricos reales a series de televisión o películas, pasando por vivencias, otros libros o incluso juegos. En este último recurso es en el que nos vamos a apoyar para este artículo, pues determinados juegos pueden ser de gran ayuda a la hora de formular mundos, personajes y otros seres de distinta índole que pueblan nuestros escritos de fantasía. Y es que los juegos de rol, de los cuales podemos encontrar decenas de variantes, son una herramienta más que poderosa que podemos tener de nuestro lado en estos casos, ya que fomentan en gran medida el auge de nuestra imaginación y creatividad, así como también nos dan una fuente de conocimiento importante a tener en cuenta en el desarrollo de nuestros escritos.
Cuando oímos las palabras “juego de rol”, lo primero que viene a la mente de muchos es el clásico D&D (Dungeons & Dragons, o Dragones y Mazmorras en español), pero la realidad es que ese conjunto de palabras clave abarca muchísimo más de lo que se pueda llegar a imaginar. Si nos movemos al significado más extremo, rol vendría a ser todo aquello que implique ponernos en el lugar de otra entidad, y vivir experiencias como si fuéramos dicha entidad. Sí que es cierto que D&D (y otros juegos de rol similares) comprende un conjunto de reglas, razas, clases y recursos que podrían directamente generar una novela entera si se hace en condiciones y con las personas indicadas (de hecho, hay novelas y personajes que han nacido directamente de estos juegos), pero hay un enorme abanico de otros tipos de juegos de rol que también pueden resultar útiles para estos propósitos.
Dentro del ámbito de los juegos de mesa, existen cientos de opciones, repartidos entre distintas categorías, pero que igualmente requieren de una mente abierta y del uso de la imaginación para salir adelante. Dentro de este género de juegos, encontramos grandes alternativas como juegos de cartas (como “Magic: The Gathering”, “Force of Will”, “Munchkin”), que nos enseñan a gestionar distintos recursos y suelen tener un profundo lore de fondo que nos sumerja en la historia de la cual somos representantes los jugadores; juegos de estrategia (como “Pixel Tactics”, “Krosmaster”, Warhammer”) que nos ayudan a planificar y entender el funcionamiento de algunos aspectos de los mundos de fantasía; y juegos de obtención y gestión de recursos (como “Catán”, “Alquimistas”, “Stoneage”), que nos sirven para comprender la economía y sociedad de estos mundos en más detalle, parte que no hay que olvidar nunca como se menciona en mi previo artículo sobre la creación de mundos.
No podemos tampoco olvidar la existencia de los videojuegos de rol, más comúnmente conocidos como RPG (Role Playing Game). Aunque estén dentro de la misma categoría, aquí también encontramos distintas variantes o sub-géneros en los que normalmente nos ponemos en el papel de un héroe o grupo de héroes que deben salvar el mundo de alguna amenaza, o incluso en el papel de un alquimista que debe evitar que su tienda termine cerrada. La variedad de opciones es casi infinita, pero lo más importante es que nos hacen vivir desde una perspectiva más personal las vivencias de nuestro aventurero y entender mejor cómo funciona un mundo, con sus comerciantes, su economía, sus trabajos secundarios y sus viajes, siendo una gran herramienta visual para tener como referencia a la hora de crear. Algunos de estos sub-géneros de los RPG son los J-RPG (juegos de rol japoneses con grandes dosis de magia, gran fuerza en la amistad y la esperanza, y con muchos estereotipos sociales del país del sol naciente), los S-RPG (similar a los juegos de mesa de estrategia, requieren de mucha planificación a la hora de afrontar sus desafíos, ya que un turno en falso puede significar la derrota), RPG Occidental (cuentan generalmente con muchas características que beben del rol más clásico del estilo D&D, y normalmente ofrecen creación de personajes), o Action RPG (juegos de rol en los que las batallas y otros tipos de acción ocurren en tiempo real, en lugar de con turnos y estrategias con más tiempo de reacción.
En resumen, jugar a juegos de rol ayuda, en gran medida, no solo a mantener activa la mente y fomentar la imaginación y la creatividad, si no también a tener una gran base de documentación sobre localizaciones, tipos de personajes, monstruos y demás componentes de una narrativa fantástica. Existe una variedad tan grande de opciones, que es casi imposible no encontrar algo que nos satisfaga como amantes de este género, por lo que es una recomendación casi obligatoria el tratar de probar alguna de ellas y después observar los resultados, pues generalmente serán satisfactorios. ¡Nos leemos pronto!