Quiero dejar claro que yo aprendí de forma autodidacta, hace ya muchos años, allá a mis 14-15 años, y cuando aquello no había ni bloggers ni youtubers y como mucho estaban las revistas de moda. Así que puede que haga cosas bien y otras mal, al fin y al cabo así es como me apaño.
A las uñas hay que darlas la forma natural con las que nace, todavía me acuerdo cuando en mi entorno se empeñaban en que las llevara puntiaguadas (así es como se llevaban) y yo lo odiaba porque de forma natural me crecen cuadradas, por suerte ya no hay esa obsesión y cada persona las lleva como quiere.
Después de la aclaración, comenzamos!
1. Desmaquillar la uña:
Vale, esto es de perogrullo, pero yo lo recuerdo, antes de nada hay que desmaquillar la uña de la manicura anterior. Con un disco de algodón y un poco de quitaesmaltes (a nuestra elección).2. Cortar la uña:
Después cortaremos la uña para llevarlas de la longitud que queramos. Yo uso un cortauñas para que la uña me quede totalmente recta, primero por un lado y después por el otro. No os preocupéis si no os queda totalmente recta, eso se arregla después.
3. Limar las uñas:
Este es uno de los pasos más importantes. No sólo damos forma a la uña, sino que también evitamos que se nos trabe con la ropa y que se nos parta. Para ello hay que usar una buena lima, a mi me gustan las de cristal pero eso ya es cosa de cada una.Primero limamos la parte frontal en una sola dirección, si lo hacemos izquierda-derecha solo conseguiremos debilitar la uña.
Después pasamos a limar los laterales, de forma ascendente y un poco hacia dentro, para quitar picos y dejar la uña un poco redondeada. Si queremos la uña más puntiaguada solo tenemos que cortar un poco más los extremos y limar durante más tiempo.
4. Pulir y limpiar la uña:
Con una lima de 4 ó 6 caras (la mía es de Essence) limpiamos y pulimos la superficie de la uña. Así conseguimos igualar, quitar restos de esmalte que se hayan quedado adheridos y dejar brillante la uña, con un par de pasadas es suficiente.
5. Retirar las cutículas hacia atrás:
Ahora tocan las cutículas. A mi personalmente no me gusta cortarlas ya que son la barrera natural que tiene nuestro cuerpo para evitar que las bacterias entren en nuestro organismo, al fin y al cabo hacemos y tocamos tantas cosas a lo largo de un día. Podemos reblandecer las cutículas con muchos tipos de productos, el que más se ha usado durante años es la vaselina. A mi es la que menos me gusta, prefiero los aceites, pero tengo este bote por casa y quiero acabarlo. Con el palito de naranjo vamos empujando con cuidado hacia atrás, sin ejercer presión. Las primeras veces es bastante desagradable porque duele, pero con el paso del tiempo la tarea se vuelve más fácil.
6. Limpiar la superficie:
Limpiamos todas las uñas con un disco y quitaesmaltes, así retiramos el aceite/vaselina/crema que hayamos usado y el polvillo del limado.
7. Aplicar la base:
Ahora toca proteger la uña con un esmalte base. Ya sea vitaminado, blanqueador o endurecedor, hay muchos tipos en el mercado. Ahora mismo yo estoy usando estos dos, el de Inglot es un endurecedor (aunque no me está gustando mucho) y el de Astor es blanqueador. Con una capa fina es suficiente, así secará antes y podremos empezar a maquillar la uña.
8. Maquillar la uña:
Aquí ya cada una puede hacer lo que le de la gana, desde la uña lisa de un sólo tono, a la decoración más elaborada del mundo. Os dejo algunas de mis últimas manicuras para que os sirvan de inspiración.Y para acabar, una capa de top coat, para que nuestra manicura dure mucho más. Ahora estoy usando el de Essence que durante mucho tiempo me funciono, pero que últimamente no me gusta nada.
Y a pesar de que se me olvido sacar foto, después de esto uso el spray de secado de esmalte de Flormar, es lo mejor para poder usar las manos cuanto antes una vez que hemos terminado.
Bueno chicas, espero que este pequeño tutorial os sirva de algo, si tenéis dudas o preguntas dejadmelo en comentarios! Hasta la próxima!!