Así es la vida del buscador. Así es la vida cuando uno decide dejar las seguridades pasadas, el círculo conocido que no elegiste. Así suceden las cosas cuando el objetivo es buscar tus propios sueños, no los que te dijeron o fueron o son de otros... sino tus auténticos y propios sueños. Si lo ves de esa forma cualquier situación coyuntural será vista y atendida de esa manera, como una coyuntura. Si lo ves de esa manera cualquier situación desfavorable puntual será transitada y resuelta de forma tal que puedas seguir adelante... como ya se dijo... buscando tus propios y auténticos sueños.
Pues en el campo no me fue como lo esperaba. En ese trabajo me dieron una casa. Si una casa para vivir pero cuando llegué había tierra por todos lados, paredes manchadas, grasa en toda la cocina, un baño tapado y rebalsante, unas ventanas con vidrios oscuros y algunas mugres mas por nombrar algunos detalles.
Me llevaron como encargado del lugar para que decida, resuelva, cuide y mantenga 2 canchas de polo y algunos árboles en crecimiento. Me llevaron para que trabaje y rinda, para que aprenda del uso y mantenimiento de las canchas de Polo, para formarme en eso y que luego viaje por el mundo transfiriendo mis conocimientos. Todo eso me dijeron.
Pero a los pocos días de llegar la cosa fue bastante diferente. Mi supuesto jefe se metió en mi casa sin pedir permiso, me empezó a dar un promedio de diez a quince indicaciones diarias sobre las cosas que tenía que realizar sin al menos dejarme decidir regar una planta, me empezaron a llegar comentarios sobre otras gentes que pasaron por ahí que habían trabajado y no se les había pagado su correspondiente salario prometido, me empecé a enterar y a ver sobre los abusos laborales y maltrato psicológico de los dueños.
Luego entendí que en el ambiente del polo hay muchos (no todos) que se manejan de esa manera. Vi en vivo y en directo la distancia que ellos y cada uno ponen con el otro, especialmente con sus empleados, como si no fueran seres humanos.
Pero mas allá de este relato no tan feliz me sucedieron algunas cosas positivas en el campo. Y digo me sucedieron pues ya no estoy ahí (por lo menos en ese campo). Me fui (claro) luego de que no me cumplieran con mi salario prometido. Y si, me fui sin previo aviso. Saqué mis cosas, me vestí como para salir, me acerque al dueño y le dije que me iba.
Ahora estoy en la ciudad de nuevo... pero sigo viajando al campo los fines de semana... a otro campo... ahora trabajo en mi antiguo trabajo, y si, me recibieron... con un trabajo mejor del que tenía cuando me fui... pero eso es digno de otro post... de otra historia mas.