Revista Literatura
Cómo me gusta la vivaz tersura de tu piel ligera en mis manos duras, y sentir que se me escapa, como seda de los dedos, con cadencia plena de música y versos.
Me gusta entregarte mis canciones, mis horas y fogatas de ganas cuando asoma la niebla, y en tus blandas mejillas que atrapan mi boca, escribirte inspirado mil versos por hora.
Recuerdia