La falda es negra, de talle altísimo (casi bajo el pecho) y largo a media pierna. Un largo que difícilmente favorece. Para combinarla y sacarle el máximo partido:
- Con un jersey de punto, sencillo, de escote a la caja. En color camel o gris. Y zapato salón de tacón medio.
- Con una camisa cerrada hasta el último botón, combinada con un chaleco de pelo. Y en los pies, unos oxford de cordones, planos.
- Con un maxijersey de punto, de ochos. El jersey irá sobre la falda, para que queden los dos volúmenes superpuestos (no dentro de la falda). En los pies, unos zuecos de madera.
- Con una blusa de seda, estampada, y salón de tacón alto o zapato de tiras gruesas, para ir más arreglada.
Y a jugar. Que este año con las faldas a media pierna, sólo queda la opción del juego. Eso, o echarnos unos veinte años encima.
No se te ocurra: las faldas a media pierna no valen para todas las piernas. Hay que tenerlas torneadas, ya que resaltan todo tipo de defecto que puedan tener. Tampoco son aptas para chicas bajitas, que hacen efecto setita.
Hubo una época, herencia de la estética Falcon Crest, en la que se llevaban las faldas de este tipo con botas de caña alta por debajo. Pero ya no. Evítalas. O si no, hazte con el juego completo y ponte aquellas mechas tono ceniza que lucía Maggie.
Al largo de la prenda de abrigo hay que prestarle atención. O a la cadera o ya casi tan largo como la falda. Medias tintas entre ellos son aptos para chicas muy delgadas, o el juego de volúmenes no favorecerá demasiado.
Para la noche es una prenda un poco complicada. Podemos arreglarnos con unos tacones altos, una blusa de seda... pero tanto como para darle un aire de fiesta, lo veo más difícil.
Con las medias puedes jugar, pero sin pasarte. Olvídate de medias de rayas y cosas similares.
Lo encontrarás en: el look de la derecha es de Zara