Antes de nada, pediros disculpas. Me he dado cuenta de que mi gran amigo blogger no publicó tal y como estaba preparado. Cosas del diferido, supongo. En fin, continuemos con lo presente. Empiezan ya las cenas de empresa y se aproximan las comidas de Navidad y fiestas varias, así que habrá más de una entrada sobre el tema. Ésta en concreto, es para Susana.
Susana tiene este vestido sin mangas, corto, de estampado de leopardo (aquí suena sintonía Psicosis. Sabéis que no me gusta pero el vestido no es mío, es de Susana, y lo respeto). Quiere lucirlo en varias ocasiones diferentes: como comidas con amigos, cena de Nochebuena o comidas familiares. Veamos cómo.
En primer lugar, es fundamental tener presente que el protagonista será el vestido. Al tener un estampado tan potente (pasaría lo mismo si fuese brocado, por ejemplo), todos los accesorios irán siempre en torno a esta pieza. Por ejemplo:
- Para una cena informal con amigos: con unos botines en color negro. Puedo atreverme con una media de encaje (si las piernas me lo permiten) y así le doy un aire 80 que le pega al vestido. Para el frío, una cazadora de piel negra.
- Para una comida informal con amigos: al mediodía, algo más suave. Por ejemplo, un zapato de tacón medio, los llamados kitten heels, con media tupida negra. Chaqueta de punto negra, con la manga francesa, y un cinturón de aire algo naïf, con una flor, por ejemplo. Para el frío, abrigo y boina + maxibufanda de punto.
- Para una comida informal en casa de familiares: combinado con color contraste, como el morado, por ejemplo, que podremos llevar en una bailarina y una chaqueta de punto.
- Para una cena festiva, como la de Nochebuena: le puedo dar un aire más solemne con un cuello de plumas. Zapato salón con plataforma y media tupida.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: más leopardo. Es decir, ni bolso, ni zapatos, ni nada más que lleve leopardo. No necesita más amiguitos, no juguemos a la sabana africana.
Combinarlo con rojo. En realidad, este estampado funciona muy bien con este color, queda muy vistoso. Pero en un vestido, y para momentos tan familiares, quizás sea demasiado agresivo.
No lo lentejuelices. Y si lo haces, con cautelita. Que no sea demasiada fiesta del estampadoabaloriotodobrillayrefulge.
No dejes de jugar con el cinturón. Experimenta con esa parte fundamental del vestido, ya que marcar su cintura es un punto fuerte. Así que busca cinturones que refuercen el estilo que buscas.
Cuidado con los largos de las prendas de abrigo. O cazadora o tres cuartos. Pero que siempre se vea algo del vestido. Acuérdate de la metedura de pata de Carla Goyanes en la boda del retoño de Naty.
No botas de agua. No medias transparentes. No medias de rejilla. No barbaridades para mi ser.
Cuidadín con las mosqueteras. Particularmente ya les tengo tirria sensorial de tanto verlas. Se me hacen populares, demasiado vistas. Ergo, en mi particular mundo de la manía precoz, dejo de soportarlas. Pero aparte de esto, en este caso quedarían pelín busconcita.
Lo encontrarás en: el vestido de Susana es de Zara. Los zapatos, de Nine West. El cuello de plumas, también de Zara.
* De entre las jugadas de blogger, está la de no publicar esto. Si estáis por Bilbao, no os lo podéis perder.