Cuanta más empleabilidad tengas, más facilidad tendrás para conseguir el puesto de trabajo de tus sueños, pero para ello debes dar a conocer tu potencial y tu capacidad para adquirir mayores responsabilidades, destacando tus habilidades y puntos fuertes, aceptando nuevos retos en otras empresas, sectores o lugares, o incluso cambiar la forma de trabajar, considerando quizá hacerte autónomo, dado que esta pueda ser una opción para ti.
Según los datos que maneja Eurostat, en España el 41,4% de los menores de 29 años se encontraba en paro al cierre de 2013; y casi el 55% de los jóvenes hasta 25 años no tenía trabajo. Muchos de ellos no han conseguido, ni siquiera, su primer empleo y deben afrontar un futuro incierto que pasa, en muchos casos, por hacer las maletas para buscar una oportunidad profesional en otra ciudad o país. Sin ir más lejos, Londres está lleno de jóvenes españoles en busca de una oportunidad para trabajar donde sea y en lo que sea, especialmente cuando muchos no tienen cubiertas unas condiciones mínimas que garanticen su empleabilidad, como son:
1. Idiomas, inglés por supuesto
2. Estudios
3. Experiencia
4. Habilidades o “skills”
Miles de jóvenes marchan de España a países europeos que no sufren la alta tasa de paro, a pesar de haber notado también la recesión económica que se inició a finales de 2007 a nivel global. Quizá esta opción es también una bendición para unos gobiernos incapaces de reducir la alta tasa de paro, ya que todas las personas que marchan del país desaparecen de las listas del paro.
El Gobierno creó una nueva fórmula para impulsar la empleabilidad entre los más jóvenes, dentro del marco de la Estrategia de emprendimiento y empleo joven 2013-2016, con una propuesta de 100 medidas y la puesta en marcha los contratos “primer empleo” y el de aprendizaje con incentivos a las empresas en las cuotas a la Seguridad Social. ¿Será suficiente para reducir el desempleo y animar las contrataciones? Con el tiempo se verá el verdadero impacto, pero es más que evidente que estas medidas por sí solas no pueden solucionar el grave problema de la falta de actividad económica en el país.
Las medidas para fomentar la creación de empresas a través de la tarifa plana de autónomos de 50€ los primeros seis meses de una startup son ejemplos de la voluntad del gobierno de dar salida a los jóvenes que quieran buscarse la vida a través del trabajo por cuenta propia, y que puede tomarse también como una mejora de la empleabilidad de aquellos. Si la actividad económica que hay es insuficiente y no se crea empleo, por lo menos el gobierno permite ahora que todos puedan empezar por crearse su propio empleo a un precio bastante más asequible. Aún así, España no es un sitio especialmente barato para hacerse autónomo, si lo comparamos por ejemplo con Uk, donde las facilidades para emprender son mayores vía menos controles para los que empiezan y menos costes.
Si bien las competencias de comunicación son cada vez más valoradas en el entorno empresarial, también es cierto que cada puesto de trabajo requiere de unas competencias por encima de otras, y siempre tiene sus riesgos generalizar. Por ejemplo, hay puestos de trabajo en los cuales la experiencia profesional internacional es extremadamente valorada, mientras que para otros puestos de trabajo puede ser irrelevante o mínima.
La empleabilidad tiene así un componente variable, que depende del criterio del reclutador o compañía que recluta para un puesto de trabajo específico. Sin embargo, es de gran valor contar con habilidades, conocimientos y experiencias.
En cuanto a empleabilidad se refiere, no cabe olvidar la importancia de los contactos y el networking. Darse a conocer y establecer contactos con reclutadores y personas clave para conseguirnos una entrevista con una empresa puede ayudarnos sin duda a conseguir antes el puesto de trabajo de nuestros sueños.
¿Qué otras ideas tienes para mejorar la empleabilidad?
Vía|Expansion.com, Trabajando.es
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