Son muchos los factores que influyen a la hora de que una página web aparezca en las primeras posiciones de los principales buscadores del mercado. Una de las más importantes es la velocidad de carga del sitio, algo que también resulta crucial para ofrecer una mejora experiencia a los usuarios. En una sociedad donde vamos siempre con prisas, a la hora de navegar por una web, nadie quiere esperar varios segundos hasta que se muestra toda la información. De ser así, lo más probable es que el visitante desista y abandone la web en busca de alguna otra similar.
Para conseguir mejorar esa velocidad de carga, las técnicas WPO (Web Performance Optimization) han adquirido una gran importancia. Se trata de una serie de acciones que buscan optimizar los tiempos de carga de una página web, reduciendo al máximo el periodo que transcurre desde que un usuario accede a la página hasta que se muestra la información por completo. Aunque en la red podemos encontrar mucha información sobre cosas que podemos hacer para mejorar esta velocidad de carga, lo más recomendable es acudir a un consultor experto en WPO que nos oriente en todo momento.
Técnicas de WPO
A continuación, queremos mostraros algunas de las técnicas WPO que se pueden aplicar para mejorar la velocidad de carga de una web, pero antes de empezar a trabajar, lo más importante es utilizar una herramienta para medir el Page Speed. Este tipo de herramientas suelen aportar información sobre el rendimiento de la red, análisis de peticiones HTTP o el renderizado de la página web, que puede sernos de utilidad para saber donde tenemos que actuar. Una vez realizado ese análisis, es el momento de actuar en el front-end, código HTML, código JS o en las consultas a base de datos.
Dicho esto, pasemos a ver algunas de las técnicas WPO más habituales para mejorar esa velocidad de carga.
Optimización de imágenes
Las imágenes son elementos fundamentales para cualquier página web, pero también puede suponer un problema para la carga si estas imágenes no están optimizadas para ello. En este sentido, lo más importante es que las imágenes estén comprimidas buscando un equilibrio entre calidad y peso de la misma. De esta forma conseguiremos reducir mucho el peso de la página, lo que se traduce en una carga más rápida.
A la hora de optimizar esas imágenes que se subirán a la web, nos podemos encontrar multitud de herramientas online para ello. En el caso de utilizar un CMS como WordPress, existen plugins que se encargan de automatizar esa compresión, por ejemplo WP Smush.
Reducir las solicitudes Http
Para poder cargar una página web, el navegador realiza solicitudes HTTP al servidor para recuperar los diferentes elementos que forman parte de la página. Cuantas más peticiones tenga que hacer, más tiempo tardará en cargar la página. De esta forma, lo más recomendable es simplificar al máximo ese número de solicitudes. Para ello, se pueden realizar diferentes acciones como minificar Javascript, utilizar CSS Sprint, contar con un código limpio o evitar el uso de complementos que abusen de este tipo de llamadas.
Habilite la compresión Gzip
Gzip es la forma habitual de compresión utilizada para las páginas web, CSS o JavaScript a nivel de servidor, una compresión que se suele utilizar antes de enviar la información al navegador. Habilitarla puede suponer una importante reducción en el tamaño de los ficheros, de ahí que sea muy recomendable su activación, algo que resulta muy sencillo de hacer.
Implementación de un CDN
Los CDN se han convertido en servicios de gran utilidad a la hora de mejorar la velocidad de carga de cualquier página web. Estos servicios se encargan de servir recursos pesados y estáticos desde servidores que están más próximos al usuario que solicita la petición, reduciendo de esta forma el tiempo para ser mostrados por pantalla, además de ayudar a reducir la carga del servidor.
En la actualidad, podemos encontrarnos multitud de estos servicios, solo es necesario encontrar aquel que mejor se adapta a nuestras necesidades, y presupuesto.
Cachear las consultas a la base de datos
Hoy en día, la mayoría de las páginas web utilizan base de datos para almacenar su información. A la hora de recuperar esa información, se ejecutan consultas que en algunos casos pueden tardar mucho tiempo en ser ejecutadas. Para agilizar este proceso, siempre podemos optar por cachear las consultas. De esta forma, conseguiremos reducir ese tiempo de respuesta.
Conclusión
Son muchos los beneficios que nos puede ofrecer mejorar la velocidad de carga de la página web. Para ello, existen diferentes herramientas que nos permiten realizar un análisis del portal para cuales son los puntos más críticos y sobre los que habría que trabajar para mejorar esa velocidad. Aunque ciertas tareas las podemos realizar nosotros mismos, siempre es recomendable contar con el servicio de algún experto que nos simplifique al máximo todo este proceso.