Con un supuesto desplome del mercado del PC según algunas agencias, se nota que hay un cierto problema entre la venta de PC y el uso de Windows 8. Aunque estoy seguro de que la mayoría de los usuarios que prueban Windows 8 al final acaban usandolo a diario y, como en cualquier otro aspecto del uso de la tecnología, nos acabamos acostumbrado, esto no quiere decir que Windows 8 no tenga algunos problemas tanto de diseño como de planteamiento. Empecemos por el motivo de Windows 8. Como dije en el artículo de la caída del PC, Windows 8 es una respuesta a un mercado que cambió muy rápido en dirección a las tablets. Llámalo moda, llámalo adopción, llámalo como quieras, la realidad es que cada día se venden menos PC y más tablets. Nos vamos a un mundo digital móvil y las tablets han sabido aprovechar este espacio. Microsoft necesitaba un sistema operativo para tablets, aunque teniendo Windows Phone 8 hubiese tenido más sentido adaptar este sistema operativo a pantallas más grandes, decidieron tomar a Windows y hacerlo el sistema operativo que converge escritorio y portabilidad. No hay duda de que al final tendremos un solo sistema operativo Windows que cubra desde el escritorio, la tablet y el móvil, quizá incluso un mismo sistema operativo que cubriendo todas las necesidades, puedas descargar una sola aplicación que se adapte a cualquier tamaño de pantalla. Entonces, ¿cuál es el problema? ¿por qué Windows 8 cae tan mal entre los consumidores? Aunque podemos divagar durante horas sobre las causas, está claro que el que el escritorio tradicional esté en un segundo plano para Windows es un problema. He usado Windows toda mi vida, aunque mi elección personal de uso es OS X tengo un PC que uso a diario y que además me sirve como servidor. Uso Windows 8 desde sus primeras versiones de desarrollo filtradas y la beta oficial de Microsoft, y aunque al final te acabas haciendo a como funciona, hay ciertas cosas que considero son errores de planteamiento para la base de usuarios de Windows: ordenadores portátiles y/o PC sin pantalla táctil. Windows debería adaptarse dependiendo de donde esté, no tiene sentido que en una pantalla de 24 pulgadas solo puedas tener dos aplicaciones abiertas al mismo tiempo. Tampoco tiene sentido que en una pantalla de 11 pulgadas puedas tener un escritorio con media docena de ventanas abiertas. Es importante que el sistema operativo entienda sus limitaciones dependiendo de donde esté instalado. Por eso, por el uso que le he dado, propongo una serie de medidas que estoy seguro, al final, todos los que usamos Windows 8 acabamos queriendo.
Revista Economía
Con un supuesto desplome del mercado del PC según algunas agencias, se nota que hay un cierto problema entre la venta de PC y el uso de Windows 8. Aunque estoy seguro de que la mayoría de los usuarios que prueban Windows 8 al final acaban usandolo a diario y, como en cualquier otro aspecto del uso de la tecnología, nos acabamos acostumbrado, esto no quiere decir que Windows 8 no tenga algunos problemas tanto de diseño como de planteamiento. Empecemos por el motivo de Windows 8. Como dije en el artículo de la caída del PC, Windows 8 es una respuesta a un mercado que cambió muy rápido en dirección a las tablets. Llámalo moda, llámalo adopción, llámalo como quieras, la realidad es que cada día se venden menos PC y más tablets. Nos vamos a un mundo digital móvil y las tablets han sabido aprovechar este espacio. Microsoft necesitaba un sistema operativo para tablets, aunque teniendo Windows Phone 8 hubiese tenido más sentido adaptar este sistema operativo a pantallas más grandes, decidieron tomar a Windows y hacerlo el sistema operativo que converge escritorio y portabilidad. No hay duda de que al final tendremos un solo sistema operativo Windows que cubra desde el escritorio, la tablet y el móvil, quizá incluso un mismo sistema operativo que cubriendo todas las necesidades, puedas descargar una sola aplicación que se adapte a cualquier tamaño de pantalla. Entonces, ¿cuál es el problema? ¿por qué Windows 8 cae tan mal entre los consumidores? Aunque podemos divagar durante horas sobre las causas, está claro que el que el escritorio tradicional esté en un segundo plano para Windows es un problema. He usado Windows toda mi vida, aunque mi elección personal de uso es OS X tengo un PC que uso a diario y que además me sirve como servidor. Uso Windows 8 desde sus primeras versiones de desarrollo filtradas y la beta oficial de Microsoft, y aunque al final te acabas haciendo a como funciona, hay ciertas cosas que considero son errores de planteamiento para la base de usuarios de Windows: ordenadores portátiles y/o PC sin pantalla táctil. Windows debería adaptarse dependiendo de donde esté, no tiene sentido que en una pantalla de 24 pulgadas solo puedas tener dos aplicaciones abiertas al mismo tiempo. Tampoco tiene sentido que en una pantalla de 11 pulgadas puedas tener un escritorio con media docena de ventanas abiertas. Es importante que el sistema operativo entienda sus limitaciones dependiendo de donde esté instalado. Por eso, por el uso que le he dado, propongo una serie de medidas que estoy seguro, al final, todos los que usamos Windows 8 acabamos queriendo.