Migrar una web es uno de esos momentos que separan un proyecto sano de un desastre SEO. He visto negocios crecer después de una migración bien planificada… y otros desaparecer de Google por no cuidar los detalles. En este artículo te cuento, desde mi experiencia como consultor y desarrollador WordPress, cómo plantear una migración con cabeza. No es una guía teórica, sino el proceso real que aplico con clientes cuando nos jugamos el tráfico y las ventas. Si estás a punto de cambiar de dominio, hosting, diseño o CMS, esto te interesa.
Qué entendemos realmente por migrar una web sin perder posicionamiento
Cuando hablamos de migrar una web sin perder posicionamiento no nos referimos solo a mover archivos de un servidor a otro. Una migración SEO implica conservar, y si es posible mejorar, la visibilidad orgánica que ya tiene tu proyecto. Esto incluye mantener URLs clave, autoridad de páginas, enlazado interno, tiempos de carga y señales técnicas que Google ya conoce.
En la práctica, migrar puede significar varias cosas: cambio de dominio, cambio de estructura de URLs, cambio de CMS (por ejemplo, a WordPress), rediseño completo, cambio de hosting o una combinación de todo. Cada tipo de cambio tiene su propio nivel de riesgo. Lo importante es entender que para migrar una web sin perder posicionamiento no basta con “instalar todo y cruzar los dedos”, sino seguir un método.
Antes de tocar nada: auditoría y fotografía inicial
El primer error típico es empezar la migración sin saber qué funciona hoy en tu web. Antes de cambiar nada, hago siempre una “foto” completa del estado actual. Esto incluye:
- Descargar un listado completo de URLs con un crawler tipo Screaming Frog o Sitebulb.
- Identificar las páginas que traen tráfico orgánico desde Google Search Console.
- Revisar las páginas con más sesiones, conversiones y tiempo en página en Google Analytics o la herramienta de analítica que uses.
- Detectar los principales enlaces externos con Ahrefs, SEMrush o similar.
Con esto creas una lista de “páginas críticas” que no puedes permitirte perder. Si no haces esta foto, luego es imposible saber qué ha caído y por qué. Esta fase es la base para migrar una web sin perder posicionamiento con cierto control.
Plan de urls y redirecciones: donde se gana o se pierde el SEO
El mapa de URLs es el corazón de cualquier migración. Aquí es donde más errores veo, incluso en proyectos grandes. Lo que hago siempre es:
- Volcar todas las URLs actuales en una hoja de cálculo.
- Definir la estructura de URLs nueva (si cambia) pensando en SEO y en usuario.
- Mapear cada URL antigua con su equivalente nueva, una a una.
- Crear un documento de redirecciones 301 limpio, sin bucles ni cadenas.
La regla de oro: cada URL antigua importante debe llevar a la mejor URL nueva equivalente, no al home ni a una categoría genérica. Si quieres migrar una web sin perder posicionamiento, evita las redirecciones masivas tipo “todo al inicio”. Eso destruye la relevancia temática y diluye la autoridad.
Entorno de pruebas: el laboratorio donde se cometen los errores
Nunca migres directamente sobre la web en producción. Siempre monto un entorno de staging (pruebas) en el mismo hosting donde estará la web final, o en uno lo más similar posible. Esto permite:
- Probar el nuevo diseño y la nueva estructura sin afectar al tráfico real.
- Revisar rendimiento, Core Web Vitals y tiempos de carga.
- Comprobar que el enlazado interno funciona y no hay enlaces rotos.
- Ver que los datos estructurados y metaetiquetas se mantienen correctamente.
En WordPress es muy común que, al clonar la web, se generen rutas incorrectas o duplicados de contenido. En este laboratorio es donde los detectas y los corriges antes de que Google los vea.
Checklist SEO antes de lanzar la nueva versión
Antes de hacer el cambio definitivo, reviso siempre una lista de puntos clave. Algunos de los más importantes:
- Indexación: que no haya etiquetas
noindexdonde no debe, ni bloqueo injustificado enrobots.txt. - Metadatos: títulos, descripciones y encabezados H1–H2 correctamente migrados o mejorados.
- Contenido: que no se haya perdido texto importante ni se haya reducido drásticamente sin estrategia.
- Imágenes: nombres de archivo, textos ALT y compresión optimizada.
- Schema: datos estructurados validados con la herramienta de pruebas de resultados enriquecidos de Google.
- Rendimiento: medir con Lighthouse o PageSpeed Insights y ajustar lo necesario.
Este checklist no es glamour, es prevención. Muchos proyectos pierden tráfico simplemente porque en el rediseño alguien borró texto clave o cambió todos los H1 sin pensar en SEO.
Cómo migrar una web sin perder posicionamiento en la fase de lanzamiento
El día del cambio es donde más tensión hay, pero si has hecho los deberes, debería ser bastante controlado. En esta fase, para migrar una web sin perder posicionamiento, suelo seguir este orden:
- Programar el cambio en horas de menor tráfico (madrugada o fin de semana, según el proyecto).
- Subir la nueva versión o apuntar el dominio al nuevo servidor.
- Aplicar el archivo de redirecciones 301 completo.
- Comprobar manualmente las principales URLs antiguas para ver si redirigen bien.
- Revisar el estado del servidor (códigos 200, 301, 404) con un crawler.
En proyectos donde el negocio depende mucho del SEO, suelo tener a alguien del equipo del cliente pendiente de formularios, procesos de compra y áreas privadas mientras yo reviso la parte técnica. El objetivo es que, aunque haya pequeños ajustes, el usuario no perciba un caos.
Monitorización post-migración: las primeras semanas son clave
Después del lanzamiento empieza la parte menos vistosa pero más crítica: vigilar cómo reacciona Google y cómo responde la web. Aquí son imprescindibles:
- Google Search Console para:
- Subir el nuevo sitemap.
- Monitorizar errores de cobertura e indexación.
- Ver si hay caídas bruscas en impresiones o clics.
- Google Analytics para:
- Comparar tráfico orgánico antes y después.
- Analizar el comportamiento de los usuarios en las nuevas páginas.
- Microsoft Clarity para:
- Ver grabaciones de sesiones y mapas de calor.
- Detectar fricciones de usabilidad que puedan afectar a SEO indirectamente.
Es normal ver pequeñas oscilaciones en el tráfico las primeras semanas. Lo que no es normal es una caída del 40–60 % sin explicación. En esos casos, vuelvo al mapa de redirecciones, reviso errores 404 y comparo contenido antiguo vs nuevo. La clave para migrar una web sin perder posicionamiento está en reaccionar rápido a los problemas que aparezcan.
Errores habituales que veo en migraciones (y cómo evitarlos)
Aunque cada proyecto es un mundo, hay ciertos fallos que se repiten:
- Bloquear la web en staging y olvidarse de desbloquearla en producción. Resultado: todo en
noindexdurante días o semanas. - Eliminar contenidos “porque sí”. Páginas que posicionaban se borran sin redirección ni alternativa.
- Cambiar todas las URLs sin motivo. Reestructurar por estética, no por estrategia.
- Redirigir en masa al home. Se pierde relevancia y el usuario se frustra.
- No coordinar equipos. Diseño, desarrollo y SEO trabajando en silos, sin un responsable de la migración.
La mejor forma de evitarlo es tener un responsable claro, un plan escrito y una checklist que todos respeten. La tecnología importa, pero la organización del proyecto suele ser lo que marca la diferencia.
Preguntas frecuentes
¿cuánto tiempo puede tardar google en estabilizar el tráfico tras una migración?
Depende del tamaño de la web y del tipo de cambios. En proyectos pequeños, en 2–4 semanas suele estabilizarse. En webs grandes o con cambio de dominio, es razonable hablar de 2–3 meses. Lo importante es que la tendencia no sea de caída constante, sino de ajuste y recuperación.
¿es obligatorio mantener todas las urls antiguas?
No, pero sí deberías mantener o redirigir correctamente todas las que aportan tráfico, enlaces o negocio. Si hay contenido obsoleto o sin valor, puedes consolidarlo o eliminarlo, pero siempre con una estrategia detrás y redirecciones bien pensadas.
¿puedo aprovechar la migración para hacer un rediseño completo?
Se puede, pero aumenta el riesgo. Cuando cambio muchas cosas a la vez (diseño, estructura, contenidos), intento mantener al máximo los elementos que ya funcionan y priorizar la estabilidad SEO. Si el proyecto lo permite, a veces es mejor separar fases: primero migrar, luego rediseñar partes concretas.
¿qué pasa si ya he migrado y he perdido mucho tráfico?
No está todo perdido, pero toca hacer una auditoría post-mortem. Revisa redirecciones, errores 404, cambios de contenido, indexación y rendimiento. Muchas veces se puede recuperar buena parte del tráfico corrigiendo los fallos más graves y comunicando bien los cambios a Google mediante sitemaps y Search Console.
¿necesito un especialista para migrar una web sin perder posicionamiento?
No es obligatorio, pero sí muy recomendable si el SEO es importante para tu negocio. Puedes hacerlo por tu cuenta si tienes experiencia técnica y en posicionamiento, pero si te estás jugando ventas y leads, contar con alguien que ya ha pasado por varias migraciones reduce muchísimo el riesgo.
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