Entonces, ¿cómo animar a una persona mayor sabiendo que sus horas empiezan a estar contadas?. Primero habría que intentar comprender en que consiste exactamente envejecer. Al menos intentarlo.
Ingrid Bergman lo resume muy bien aquí:
Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre.
La vista más amplia y serenaAhora depende de ti que toda esa sabiduría, templanza y serenidad adquirida con el paso de los años, tenga alguien que quiera aprender de ella. Alguien curioso, sinceramente interesado y con ganas de escuchar. Alguien que provoque a ese anciano ganas por transmitir todas sus motivaciones, todo aquello, lo bueno y lo malo, que la vida le enseño.
Sólo así el sentirá la necesidad de mantenerse vivo y lo que es más importante: con ganas de vivir. No por él sino por ti. Al fin y al cabo él, sangre de tu sangre, será el primero que no quiera que cometas los posibles errores que él en su día pudo cometer.
Así que empieza a darte cuenta que lo más preciado que un abuelo pueda encontrar es alguien que le escuche, alguien a quién poder transmitir su legado, el legado de su vida.
También diría y aunque en este caso no sea lo importante, que ni en todos los libros de autoayuda juntos encontrarás más sabiduría y motivación que en sus palabras. Así que si no lo haces por él, hazlo por ti.
En definitiva diría que el mejor modo de saber como motivar a un abuelo es haciéndole partícipe de tus ganas por aprender de él.