Marta, de 16 años, vuelve de Irlanda para contarles a sus padres la experiencia: Ha conocido muchos otros españoles con los que podrá quedar en lo que queda de verano y con los que ha estado hablando todo el tiempo, se lo ha pasado de lujo, eso sí, no ha aprendido ni una sóla palabra de inglés. Sus padres se han gastado un dineral en su viaje a Inglaterra cuando podrían haberlo invertido en un campamento de Toledo y el resultado habría sido el mismo.
¿Qué podemos hacer para evitar éste tipo de situaciones si lo que queremos es que nuestro hijo, de verdad, aprenda inglés? Hablamos con Pablo Cano, CEO de LiveNLearn , empresa dedicada a los planes de verano en Estados Unidos.
¿Qué es lo fundamental para garantizar que tu hijo aprenda inglés durante su plan de verano? Bien, parece que la respuesta es compleja pero te la voy a responder de una forma muy sencilla: Lo realmente importante es que estén el 90% del tiempo con americanos y hablando en inglés. Parece algo muy fácil de responder pero es muy complicado de encontrar cuando buscamos un plan de verano para nuestros hijos, así que, ¿Qué tenemos que buscar si queremos que ésto se cumpla la mayor parte del tiempo?
1. Cuidar la estancia en Familia, clave del intercambio cultural
A la hora de aprender un idioma, no sólo tenemos que tener en cuenta la adquisición de léxico o tiempos verbales. Un idioma es mucho más que eso, es lenguaje corporal (que tenemos que ver y aprender a experimentar), son palabras que no significan nada en la otra lengua, son costumbres... es, en definitiva, otra forma diferente de conocer el mundo, y por ello las posibilidades de aprenderlo mientras lo experimentamos en su propia cultura incrementa en un 80% la capacidad de que lo aprendido se establezca y permanezca en el tiempo.
Los americanos son tremendamente acogedores y les apasiona poder mostrar cómo son, y es fundamental que sepamos aprovechar ésto. Pese a que es divertidísimo estar en un campamento (lo genial es combinarlo) lo verdaderamente constructivo es pasar tiempo en familia. No es recomendable ocupar más de 3 días a la semana con las actividades del curso, lo que nos importa es que se conozca de primera mano cómo es una familia americana.
En LiveNLearn, la actividad se desarolla en Denver o Cincinnatti, ciudades alejadas de toda influencia hispanoparlante donde la gente está deseosa de aprender nuestra cultura y enseñarnos la suya. En éstas ciudades, la vida se desarrolla en tranquilas zonas residenciales pero siempre queda tiempo para asistir en la ciudad a un evento deportivo, un enorme centro comercial... Muchos de los chicos que han viajado con nosotros han tenido la suerte de que la familia les lleve, incluso, a las cataratas del Niágara, el Cañón del Colorado o a Disneyland, debido a las ganas que tienen de vivir ésta experiencia.
2. Por ello, la familia, no puede ser cualquier familia
No existe mejor forma de aprender un idioma que convivir con una familia. Sin embargo, muchas veces ésto se convierte en un problema, normalmente por ser familias que no se toman demasiado en serio la experiencia. Hay que asegurarse de que la empresa con la que vayamos haya entrevistado a cada una de ellas personalmentel, es una forma de cerciorarnos de que lo hacen porque les apetece la experiencia y no por el dinero (hay veces que ni siquiera cobran, como es nuestro caso)
En nuestro caso de LiveNLearn en particular, además, se garantiza que en la familia de acogida habrá un "hermano americano" de la misma edad y género que el viajero, y ésta es la verdadera clave del éxito, lo que más nos cuesta encontrar pero lo mejor y verdaderamente auténtico de nuestro programa.
3. Actividades y ocio compartido entre españoles y americanos
Si queremos aprender bien un idioma necesitamos relacionarnos. Es importantísimo asegurarnos de que exista en la familia de acogida un chaval de la misma edad y género que el español, un "hermano" americano que es quien ha decidido realizar la experiencia, porque suele ser con ellos con quienes hablamos en un primer momento y quienes realizan la petición a sus padres.
Es interesante que se trate de favorecer que las relaciones para futuro no van a ser sólo con españoles sino también con chavales de la cultura de destino. Por ello, es súper positivo que todas las actividades que se llevan a cabo en el plan (Ir a ver Partidos de Béisbol, Parques de atracciones, Rafting...) tengan siempre como partícipes a todos los "hermanos americanos" del plan; de ésta forma, los chicos no sólo se relacionan con sus hermanos americanos sino con todos los otros americanos que forman parte del programa.
Ha de facilitarse que se generen relaciones para toda la vida, relaciones que además ahora, con las redes sociales, se desarrollan todos los días. El hermano americano es además, una curiosa garantía de que siempre vamos a estar hablando en inglés porque, muchos de los chicos, como están siempre con su hermano americano, hablan en inglés por el mero hecho de no ser maleducados con su hermano americano. Y ésto nos lleva al siguiente punto:
4. El Español, bajo prohibición estricta
"Es muy importante que la función "español" se desconecte de nuestro cerebro en el mismo momento en el que pisamos Estados Unidos, es la única forma de que nos centremos en lo que hemos venido a hacer, aprender otro idioma y entender otra cultura. Es importante para ello que los monitores estén comprometidos con el programa y se conviertan en verdaderos vigilantes de seguridad que no permitan hablar en español salvo para cosas importantes, se transmite a los viajeros la importancia de estar hablando en inglés todo el tiempo.
Si no, no existe ningún sentido de que nos desplacemos a otro sitio. Podemos quedarnos en España porque la experiencia habrá sido en balde.
Es por ello también importante que los chicos tengan un nivel madurez, que sean conscientes del gran regalo que se les hace al poder realizar una experiencia así. El primer síntoma para detectar si nuestro hijo está preparado es directamente que nos lo pida, sin un nivel de compromiso suficiente no se puede aprovechar la experiencia.
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